Religión, pregunta formulada por alesandraperez09, hace 8 meses

¿Con que comparo dios a la descendencia de Abraham

Respuestas a la pregunta

Contestado por alfarodanna100
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Respuesta:

Para llegar a comprender algunas de las profecías más increíbles e inspiradoras de la Biblia debemos embarcarnos en un estudio que comienza cuatro mil años atrás, cuando Dios comenzó a trabajar con un hombre llamado Abraham. Él fue un personaje extraordinario; Dios le hizo extraordinarias promesas que continúan impactando no solo a sus descendientes, sino también a todo el mundo.

El relato bíblico acerca de sus descendientes, igualmente extraordinario, cubre la mayor parte de lo que conocemos como el Antiguo Testamento, y está lleno de grandes temas: el ascenso y caída no solo de grandes hombres y mujeres, sino además de reinos e imperios.

La historia de los descendientes de Abraham tiene una buena cuota de giros, vaivenes, subidas y bajadas, y no pocos misterios.

Los libros del Antiguo Testamento describen el proceso de desarrollo de la descendencia de Abraham hasta convertirse en una gran nación –el reino israelita– y el comienzo de su relación con Dios, basada en un pacto especial con él. Dicha nación, compuesta de doce tribus (o grupos familiares), adquirió prominencia temporal.

Sin embargo, al poco tiempo los israelitas se dividieron en dos naciones rivales. La más numerosa de las dos (que retuvo el nombre Israel y estaba compuesta de diez de las doce tribus) rechazó su asociación con Dios y dio origen a uno de los misterios más grandes de la historia cuando su gente fue forzada a salir de su antiguo territorio.

La más pequeña, llamada Judá y equivalente al reino del sur, estaba compuesta de las dos tribus restantes y los remanentes de otra. Sus ciudadanos no lograron aprender la lección de sus parientes del norte y también rechazaron a Dios, por lo cual fueron llevados en cautiverio. Sin embargo, en su gran mayoría retuvieron su identidad y se han mantenido visibles a través de la historia como una raza numéricamente insignificante y frecuentemente perseguida: el pueblo judío.

Pero, ¿qué pasó con las diez tribus de Israel, cuyos enemigos las expulsaron a la fuerza de su terruño? El Imperio asirio las capturó y exilió de su patria en el Medio Oriente en el siglo VIII a. C., pero actualmente los libros de historia convencionales no las mencionan en absoluto. El mundo solo las recuerda como las diez tribus perdidas de Israel.

No obstante, Dios hizo un pacto –un compromiso divino– con las doce tribus, sin exceptuar a ninguna. Él les prometió que siempre serían su pueblo y él siempre sería su Dios. ¿Podemos confiar en que él cumplirá su palabra? ¿Cómo puede ser posible tal cosa si las diez tribus perdidas se extinguieron, según muchos suponen?

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