con la revolución de 1904 se inicia la era
Respuestas a la pregunta
Respuesta:Para 1904, bajo el gobierno del partido colorado, todavía dividido entre Caballeristas y Egusquisistas, se encontraba con la falta de apoyo de sectores ganaderos y exportadores, de entre los que se encontraban fuertes intereses argentinos, debido a las medidas adoptadas por el gobierno de Escurra, como el aumento de tarifas aduaneras, la restricción al libre comercio y la expropiación de la mitad de la venta libre de las exportaciones de cuero. Junto con el descontento de esas clases, se sumaba la crisis de los asalariados urbanos que sufrían la inflación y cuyo salario no tenía valor real. El 15 de agosto, desde Villeta, los revolucionarios lanzaron su manifiesto, declarando que el movimiento tenía alcance nacional y convocaron a sus filas a todos los paraguayos sin distinción. Uno de los que avanzada la revuelta, respondieron a ese llamado, fue el propio vicepresidente de la República, doctor Manuel Domínguez, que se pasó al bando revolucionario. En la noche del mismo 15 de agosto, la flota subversiva abandonó su campamento de Villeta, y en la madrugada del 16 forzaba el promontorio artillado de Itapytapunta, bajo un nutrido fuego de las posiciones gubernistas, sin bajas ni averías, y entraba en la bahía asunceña. Si bien las tropas del Chaco se mantuvieron neutrales, la revuelta extendió por casi toda la Región Oriental del país. Se ocupó la ciudad de Concepción, donde se libraron cruentas batallas. En el centro las acciones se produjeron en Limpio, Parirí y Confuso. Tras conquistar el sur, se estableció un gobierno provisorio con asiento en Villa del Pilar bajo la presidencia del General Ferreira. Ante esta coyuntura, intervinieron varios miembros del cuerpo diplomático para lograr conciliar una solución pacífica. Las negociaciones tuvieron diversas alternativas, hasta que la caída de Encarnación, en los primeros días de diciembre, advirtió al gobierno la imposibilidad de continuar la resistencia. Los revolucionarios, bajo bandera de parlamento intimaron rendición al gobierno. El presidente Coronel Juan Antonio Escurra ofreció su renuncia "si con ella había de zanjarse las dificultades de un arreglo", pero como ello no se dio, vino a agravar la situación unas escaramuzas entre los tripulantes de los buques revolucionarios y fuerzas gubernistas. Desechándose la toma de la capital, se decidió continuar la campaña enviando expediciones al norte y al sur, para ocupar Concepción y Villeta o Pilar. Posteriormente, el movimiento se generalizó a numerosos pueblos del interior y la campaña revolucionaria se llevó a cabo a lo largo de varios meses hasta el célebre Pacto del Pilcomayo, del 12 de diciembre de 1904 y que significó el acceso del Partido Liberal al poder, con la designación del ciudadano Juan Bautista Gaona como presidente provisional de la República.
EL PACTO DEL PILCOMAYO
Los términos del Pacto del Pilcomayo implicaba una capitulación total del régimen colorado, con algunas pocas provisiones para salvar las
apariencias. Escurra se comprometió a renunciar a favor de Juan B. Gaona; el ejército debía reorganizarse, conservando su rango todos los oficiales superiores y regulares; todo el equipo militar debía entregarse al Nuevo Gobierno, que asumía los costos de la revuelta y las deudas del Gobierno anterior; los rangos militares concedidos por los rebeldes quedaban confirmados; se celebrarían elecciones libres; Elías García sería jefe de la Policía de la Capital; se concedía amnistía por todos los delitos políticos. Una cláusula adicional y secreta establecía la total disolución del ejército y su reorganización; para evitar conflictos en los comicios, los colorados se comprometían a no participar en las próximas elecciones parlamentarias, los ministerios del Interior y de justicia debían seguir en poder de los colorados que los ocupaban, pero el del Interior perdió el control de la Policía de la Capital. A nivel internacional, la revolución marcó el triunfo de la larga lucha de la Argentina para despojar al Brasil del dominio en los asuntos del Paraguay. Por muchos años, liberales importantes habían vivido en la Argentina, y debía esperarse su adhesión a la Argentina. Todos los principales líderes liberales eran fuertemente proargentinos, y ciudadanos argentinos ocupaban altos cargos en servicios del Gobierno. Un aumento de la influencia argentina, según el cónsul británico, sería positivo para el Paraguay, como lo sería "un nuevo Gobierno inspirado por ideas más modernas de civilización y progreso". Por razones no del todo comprensibles, el Brasil renunció a su rol de árbitro de los destinos paraguayos. Económicamente, el Paraguay no justificaba una guerra entre el Brasil y la Argentina. En el Paraguay, el siglo XX comenzaba de esta manera, siendo la revolución de 1904 una de las más importantes dentro de ese siglo.
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