Euskera, pregunta formulada por krimsonaleman772, hace 16 horas

Con la cabeza en el corazón Dos recuerdos más surgen palpitando en mi cuaderno al evocar estos primeros cuatro años; uno de ellos el de mi prima Carlotilla, mayor que yo, muy linda y sonrosada, con sus buclecitos castaños cayéndole por las sienes. En la mañana de un domingo correteaba yo desnudo por el patio, cuando una criada gritó: -Ahí viene Carlotilla my bonita con su vestido blanco. Más rápido que un ratón me introduje en un horno que había junto a la cocina y allí estuve agazapado largo rato. La primita asomó varias veces la cara por la abertura, riéndose y llamándome; pero no salí sino cuando se fue con el último toque de campana de la segunda misa. El otro es un recuerdo rojo. No sé cómo metí la cabeza por el angosto hueco, en forma de corazón, de una de las ventanas de hierro de la sala que daba a la calle. Estuve allí conversando alegremente con unos pilluelos descalzos, asombrados de mi hazaña. Cuando quise zafarme de mi prisión comprendí que era imposible que mi cabeza pasara por tan estrecha oquedad. Hice pronto toda clase de esfuerzos por lograrlo, pero en vano. Cogióme de pronto un absurdo terror y empecé a gritar, dándome tan frenéticos golpes en mi afán por liberarme que la sangre comenzó a correr por mi cuello. A medida que aumentaba mi violencia iba alzándose un coro de bromas y carcajadas entre el numeroso grupo de pilletes. Mis alaridos atrajeron a otras gentes, con lo que el escándalo tomo serias proporciones. En mi casa iban de un lado a otro mis padres y hermanos sin encontrarle solución al conflicto, y de adentro y de afuera varias personas me retenian cogido de las piernas y del pelo para que no siguiera destrozándome la festa. Me vi en este risible y lamentable espectáculo ignoro cuanto tiempo. De mi frente desprendíanse hilillos de sangre que me anegaban los ojos; pero aun así podía ver que el número de espectadores aumentaba a cada instante. En el minuto en que el herrero que se había llamado iba a cortar unos barrotes del balcón, oí una voz familiar solucionando el arduo problema: Cierra bien la boca y así podrás sacar la cabeza. Lo hice en el acto y segundos después veiame libre, entre los silbidos y las estruendosas carcajadas de todos. Froylán Turcios ¿ ? ​

Respuestas a la pregunta

Contestado por jorgesolis57
0

ni el credo era tan largo


krimsonaleman772: .
Contestado por afortea
0

Respuesta:

wey, como asi tanto texto

Explicación:

:)

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