Con el espíritu santo la iglesia se inició mediante
Respuestas a la pregunta
Hemos aludido varias veces, en las catequesis anteriores, a la intervención del Espíritu Santo en el origen de la Iglesia. Es conveniente, ahora, dedicar una catequesis especial a este tema tan hermoso e importante.
Jesús mismo, antes de subir a los cielos, dice a los Apóstoles: 'Yo voy a enviar sobre vosotros la Promesa de mi Padre. Por vuestra parte, permaneced en la ciudad hasta que seáis revestidos de poder desde lo alto' (Lc 24, 49). Jesús quiere preparar directamente a los Apóstoles para el cumplimiento de la 'promesa del Padre'. El evangelista Lucas repite la misma recomendación final del Maestro también en los primeros versículos de los Hechos de los Apóstoles: 'Mientras estaba comiendo con ellos, les mandó que no se ausentaran de Jerusalén, sino que aguardaran la promesa del Padre' (1,4).
Durante toda su actividad mesiánica, Jesús, predicando sobre el reino de Dios, preparaba 'el tiempo de la Iglesia', que debía comenzar después de su partida. Cuando ésta ya se hallaba próxima, les anunció que estaba para llegar el día que iba a comenzar ese tiempo (Cfr. Hech 1, 5), a saber, el día de la venida del Espíritu Santo. Y mirando hacia el futuro, agregó: 'Recibiréis la fuerza del Espíritu Santo, que vendrá sobre vosotros, y seréis mis testigos en Jerusalén, en toda Judea y Samaría, y hasta los confines de la tierra' (Hech 1,8).
2. Cuando llegó el día de Pentecostés, los Apóstoles, que estaban reunidos en oración en compañía de la Madre del Señor, tuvieron la demostración de que Jesucristo obraba de acuerdo con lo que había anunciado, es decir: se estaba cumpliendo 'la promesa del Padre'. Lo proclamó Simón Pedro, el primero de entre los Apóstoles, hablando a la asamblea. Pedro habló recordando en primer lugar la muerte en la cruz y, luego, el testimonio de la resurrección y la efusión del Espíritu Santo: 'A este Jesús Dios lo resucitó; de lo cual todos nosotros somos testigos. Y exaltado por la diestra de Dios, ha recibido del Padre el Espíritu Santo prometido y ha derramado lo que vosotros veis y oís' (Hech 2, 32.33).
Pedro afirma ya desde el primer día que la 'promesa del Padre' se cumple como fruto de la redención porque Cristo, el Hijo exaltado 'a la diestra de Dios', en virtud de su cruz y resurrección manda al Espíritu, como había anunciado ya antes de su pasión, en el momento de la despedida en el Cenáculo.
Respuesta:
Mediante la salvación de DIOS
Explicación:
Espero que te ayude