completa la siguiente tabla con ejemplos de rasgos culturales de cada uno de los periodos o épocas históricas
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Explicación:
La historia ha sido tradicionalmente dividida en distintas etapas, caracterizadas por una serie de rasgos identificativos propios, que se han ido configurando a lo largo de los siglos del desarrollo de la disciplina. Sin embargo, no debemos perder de vista que la periodización tradicional a la que estamos acostumbrados, la que figura en nuestros libros de texto, es también producto de un contexto cultural determinado y de una posición ideológica concreta.
Sirva como ejemplo el caso de la etapa que conocemos como Edad Media. Los teóricos del Renacimiento identificaron al periodo de la historia que se intercalaba entre su época y el pasado glorioso grecorromano al que pretendían vincularse como Media Tempestas, es decir, Edad Media. Nuestra tradición historiográfica es heredera de esta realidad, y por ello aún hoy en las universidades de todo el mundo se denomina este periodo de la historia con ese término, a pesar de que en realidad hoy seamos plenamente conscientes de que las culturas, los procesos históricos, las estructuras económicas o cualesquiera otras realidades concretas que se dieron a lo largo de esos aproximadamente mil años de historia sufrieron mutaciones importantes. Por ello, se hace complicado identificar a las sociedades germánicas del siglo VI con las sociedades comerciales de la Hansa desarrollada 800 años después, y adscribirlas a una misma cultura. Y, sin embargo, lo hacemos.
Se pueden encontrar explicaciones que justifiquen la división entre las demás etapas históricas con parecidos argumentos. Quizás únicamente se salve de esa circunstancia la división que tradicionalmente realizamos en torno a las primeras etapas de la humanidad, ya que determinamos la distinción entre Prehistoria e Historia por una cuestión cultural, el desarrollo de la escritura y la posibilidad de la plasmación por escrito de los acontecimientos coetáneos a las sociedades que los viven.
Pero, más allá de ello, las demás divisiones de la historia tienen que ver fundamentalmente con acontecimientos políticos o militares. Por ejemplo, el ya citado final del Imperio Romano para marcar la división entre Edad Antigua y Edad Media. La caída de Constantinopla o el descubrimiento de América para los europeos realizado por Cristóbal Colón son las fechas que determinan el paso de la Edad Media a la Moderna. El estallido de la Revolución Francesa marca la frontera entre ésta y la etapa Contemporánea, mientras que el final de la Segunda Guerra Mundial se establece convencionalmente como e; eje articulador entre la contemporaneidad y el mundo actual.