completa el siguiente con los dotos adquiridos sape'a
Respuestas a la pregunta
Algunos de los principales problemas a los cuales se enfrenta la juventud en las zonas de intervención de Plan International son el limitado acceso a una formación que facilite su paso al mercado laboral, las escasas oportunidades laborales formales y empleos dignos, la poca formación en competencias, la falta de capital para poder emprender y las múltiples discriminaciones de género, así como también vulnerabilidades específicas de colectivos con discapacidad y población indígena.
La situación laboral de los jóvenes está marcada por las inequidades de clase social, nivel educativo, género y área de residencia (rural/urbana), produciendo posibilidades y condiciones laborales distintas y desiguales.
(Estudio Cuenta Regresiva ¿Cómo aprovechar el bono demográfico en Paraguay? (UNFPA, 2017).
Según el estudio “Paraguay Joven” (UNFPA, 2015) el 15,5% no estudia ni trabaja y de este grupo el 74,1% son mujeres. Se observa además una escasa adaptación de la oferta proporcionada por el sector público a los requerimientos del mercado, así como una limitada atención curricular a las habilidades para el trabajo. Las empresas han identificado brechas en las competencias transversales de los jóvenes lo que dificulta su acceso al empleo.
(Estudio Juntos por la Educación, 2014)
El desempleo joven es casi doble del desempleo del país (9,9% frente al 5,3% respectivamente) casi el triple en el caso de mujeres jóvenes (12,1%) y afecta en mayor medida a jóvenes del menor quintil de ingresos (UNFPA, 2017). Entre los empleados el 26,5% está en una situación de subempleo (UNFPA, 2015). La informalidad del mercado laboral es otra fuente de inestabilidad que reduce las posibilidades de desarrollo económico pleno para la juventud.
En Paraguay el 12,4% de la población total del país presentaría al menos una condición de discapacidad (Censo Nacional de Población, DGEEC, 2012) y los pueblos indígenas suman el 1,8% de la ciudadanía encontrándose en el quintil más pobre de la población (III Censo Nacional de Población y Viviendas para pueblos indígenas, DGEEC, 2012).
En el país, el 80% de las empresas son informales, llegando al 90% en caso de empresas de zonas rurales lo cual dificulta la promoción de empleo digno principalmente en el contexto rural (Observatorio Laboral MTESS, 2017). En caso que accedan al trabajo, las mujeres siguen discriminadas. La brecha salarial en el país limita los ingresos de las mujeres: actualmente, para un mismo cargo, la mujer en zona urbana percibe el 73% del salario de un hombre, que baja al 65% a nivel rural (Encuesta Permanente de Hogar, DGEEC, 2013). A pesar de la promulgación de una ley de promoción de la cultura emprendedora (Ley Nº 5.669/16), la misma aún no está reglamentada. La falta de oferta formativa para desarrollar competencias empresariales, así como la escasa disponibilidad de capital inicial, sea a través de fondos semillas, rotatorios o créditos y la muy incipiente inclusión financiera de población vulnerada, representan las principales barreras que enfrenta un joven para emprender.
Por otro lado, el 89% de las micro y pequeñas empresas no innovan y las que lo hacen se concentran en la adquisición de maquinarias y equipos en un 93 %, dejando de lado las otras actividades de innovación como capacitación del personal, adquisición de software, estudios de mercado, etc (Encuesta de innovación empresarial en Paraguay, 2016)