Historia, pregunta formulada por quirozcandela61, hace 15 horas

. Comparar la teoría religiosa y la teoría de la evolución sobre el origen del hombre​

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Contestado por VeroM77
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Respuesta:

En cuanto a la relación de las teorías evolutivas con la fe cristiana se puede decir que se han dado cuatro posiciones básicas por parte de los cristianos:

Incompatibilidad entre la fe revelada y las afirmaciones de la ciencia.

Compatibilidad entre fe y ciencia ya que ambas pertenecen a esferas del conocimiento que son completamente independientes.

Los datos de la ciencia actual no sólo no son incompatibles con la fe sino que la refuerzan y ofrecen elementos para una confirmación científica de tesis propias de la fe.

Ciencia y religión se mueven en ámbitos metodológicos distintos y autónomos pero existe armonía entre ambas.

Estas posiciones son la consecuencia del modo de ver la relación de Dios con el mundo y con el hombre. La primera posición –incompatibilidad- depende de una interpretación literalista de la Sagrada Escritura, es decir, surge como resultado de considerar que la Biblia ofrece datos de carácter científico sobre el mundo y la aparición del hombre. Este tipo de lectura es la que ha llevado a muchos protestantes norteamericanos al creacionismo fundamentalista, al comienzo del siglo XX, y al llamado "Creacionismo Científico" a partir de los años 70. Para ellos la fe y el marco presentado actualmente por la ciencia son irreconciliables. Esta posición ha sido también defendida desde el lado de la ciencia por algunos que, ya desde la publicación del "Origen de las especies", vieron en sus tesis una alternativa a las explicaciones basadas en la noción de creación. En este caso, en el que se defiende la incompatibilidad, unos niegan la evolución, mientras que los otros niegan la acción creadora de Dios, o lo que es equivalente, a Dios mismo.

La segunda opción, compatibilidad desde la completa independencia, ha sido también defendida tanto por creyentes como por científicos no creyentes. Esta es, por ejemplo, la posición del famoso científico agnóstico Stephen Jay Gould, conocida como NOMA. También el conocido biólogo Francisco Ayala defiende una posición semejante. Aunque esta tesis puede parecer correcta porque no ve incompatibilidad entre ciencia y religión, en realidad aísla nuestra experiencia del mundo, a la que hoy en día contribuyen de una manera decisiva las ciencias, de nuestro conocimiento de Dios. Este enfoque separa completamente a la creación, que queda recluida en el ámbito de la fe subjetiva, de la evolución. En realidad esta posición es equivalente a la deísta, que pone a Dios en el pasado y deja el presente en manos de los procesos naturales y fuera del alcance de la acción divina. El problema es que si Dios no es necesario para explicar el presente, ponerlo en el pasado acaba siendo una opción basada en preferencias subjetivas o de fe, pero no sustentada por argumentos verdaderamente racionales.  

La tercera opción es la que defienden los partidarios del nuevo movimiento conocido como "Diseño Inteligente". Para ellos los recientes descubrimientos de la ciencia, en particular de la bioquímica, ofrecen evidencia empírica de la existencia de un diseño inteligente. Aunque en general no se pronuncian sobre la naturaleza de esa inteligencia, está claro que apuntan, algunos a veces lo dicen de manera explícita, a que dicha inteligencia es la divina. El problema de esta opción no es que defiendan que los procesos y estructuras de la naturaleza remitan a una inteligencia creadora. El peligro que encierra esta posición es el opuesto al de la anterior y consiste en ver a Dios implicado categorialmente en la creación, es decir, se concibe a un Dios que interviene directamente en las transformaciones del mundo natural, las mismas transformaciones que son objeto de estudio de las ciencias. Se da aquí un problema de carácter metódico al no distinguir adecuadamente la actividad del Creador del nivel de la acción propia de los agentes creados.

Explicación:

Espero te sirva

Saludos.

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