Compara la actitud de Jesús en Getsemani (Mc 14,32-36 con su respuesta a Pilato (Jn 18, 33-37). ¿Cómo se aprececia su humanidad y su divinidad?
Respuestas a la pregunta
Cuando Jesús estaba en el huerto de Getsemaní orando, sufriendo por el peso del pecado con el que empezaba a cargar, él no dependió o se aferró a su naturaleza divina para soportar esa terrible carga. Hizo total uso de su naturaleza humana para poder que fuera posible que se cumpliera las palabras que él dijo a su Padre: "Mas hágase la voluntad que tú quieres y no lo que yo quiero". Él abandonó su poder divino en ese momento. Sufrió tanto que por eso dijo: "mi alma está muy triste hasta la muerte".
En el interrogatorio ante Pilatos, Jesús también No hizo alguna señal para manifestar a las personas su condición divina. Las palabras que él hablaba, tanto a sus acusadores como a Pilatos, daban evidencia que el era aquel mesías prometido a la nación de Israel que provendría del cielo. Su humanidad deseaba que todos le aceptaran como el libertador enviado a desatar las cadenas de la esclavitud del pecado y del diablo. Todos apreciaban en Jesús algo de carácter no solo humano, sino también divino; pero su odio y rencor contra Él no les permitieron aceptarle como Salvador de la nación y por eso lo mandaron a crucificar.
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