como y porque afecta la destrucción de los ecosistemas a la vida humana
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Respuesta:
La extinción de vegetales y especies animales, una de las peores consecuencias del cambio climático global, está relacionada con el incremento de enfermedades infecciosas en los seres humanos.
Investigadores de Estados Unidos han comprobado que las especies más sensibles y, por lo tanto, más expuestas a los cambios de su entorno, ayudan a frenar la expansión de ciertas enfermedades infecciosas.
Por el contrario, aquellas que son más resistentes a la contaminación suelen ser las que cuentan con una mayor capacidad para transmitir microorganismos a otros seres vivos, incluyendo a las personas.
De acuerdo con Bruno González-Zorn, profesor del Centro de Vigilancia Sanitaria Veterinaria de la Universidad Complutense de Madrid (España), “las bacterias, virus y hongos, principales productores de enfermedades, están adaptados para vivir y sobrevivir en un nicho determinado (espacio que está constituido por las variables biológicas y funcionales de una comunidad donde una especie puede vivir con éxito), y mientras ese nicho exista, bacterias y virus vivirán en una simbiosis perfecta”.
Pero la transformación de estos microorganismos en agentes patógenos causantes de enfermedades ocurre cuando, según indica González-Zorn, “viven en reservorios en un equilibrio que se genera durante millones de años, pero que cuando una especie empieza a desaparecer o se modifica por condiciones ambientales, por ejemplo, ese delicado equilibrio en el que se encontraban, desaparece”.
“Las bacterias, los virus y los hongos no se resignan a extinguirse junto al organismo que los hospeda y aumentan su variabilidad genética para conquistar nuevos hospedadores.
Claro, mientras se adaptan resultan perjudiciales para quien los hospede”, subraya.
Al cabo de mucho tiempo del cambio de ‘vivienda’ de esos organismos, se alcanza el ‘comensalismo’ (es decir, interacción biológica en la que uno de los que interviene obtiene un beneficio, mientras que el otro ni es perjudicado ni beneficiado).
Como ejemplo, el investigador explica que “en el intestino hay cientos de miles de millones de bacterias que no producen enfermedad, pero si la persona se extingue y esa bacteria pasa, por ejemplo, a un perro, donde no está acostumbrada a permanecer, se convierte en nociva para el animal, lo enferma”.
BIODIVERSIDAD, CLAVE DE LA VIDA
La diversidad genética (biodiversidad) es trascendental para el desarrollo de todas las especies y de ella dependen los seres humanos en su cotidianidad.
“De manera indirecta, los cambios en los servicios de los ecosistemas afectan a los medios de ganarse el sustento, los ingresos y la migración local, y en ocasiones pueden incluso causar conflictos sociales”, según informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
González-Zorn señala que la biodiversidad “es sabia para preservar la salud humana y trascendental por muchos motivos.
Cuando disminuye la biodiversidad, la esperanza de vida del ser humano se reduce, no solo desde el punto de vista ecológico, sino también del de recursos, incluso para poder tener especies que estén adaptadas a un nicho ecológico.
“Por ejemplo, necesitamos tener animales -como las vacas- que estén adaptados a diferentes tipos de clima.
La biodiversidad es trascendental en todos los sentidos”.
La OMS señala que, además, “la diversidad biofísica de microorganismos, flora y fauna ofrece amplios conocimientos que entrañan beneficios importantes para la biología, las ciencias de la salud y la farmacología”.
“En la naturaleza necesitamos tener mucha biodiversidad para encontrar nuevos antibióticos, nuevas moléculas que nos ayuden para luchar contra las enfermedades, por ejemplo. En definitiva, que la necesitamos también desde el punto de vista de utilidad”, indica González-Zorn.
La pérdida de biodiversidad se convierte para la medicina en un reto constante.
Explicación: Espero te ayude y me das corona