Como transcurren los días en la playa en el capítulo "la niña" En el libro EL MAR Y LA SERPIENTE (Porfavor es para el lunes) doy coronita
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
El mar y la serpiente es una novela. Una novela corta. De apariencia ingenua y de tiernas
tonalidades. Pero no es una narración cándida, ni inocente. En cuanto se entra en ella,
es fácil percibir la gravedad, el peso, de aquello que hay escrito. Igualmente, se intuye
el drama que significa la historia narrada. No se trata de una novela juvenil. Y a su vez
es una novela para jóvenes. ¿Cómo es posible? La autora le ha dado esta impresión de
aparente simplicidad, de inmediatez, propia de la redacción de un adolescente o de un
joven. Sin embargo, la maduración previa a la escritura es mucha y se manifiesta evidente
una vez finalizada la lectura de la obra. Se trata, pues, de una novela breve muy madurada
literariamente, muy madura en lo que respecta a los sentimientos y valores asociados a
estos; muy sazonada en lo que respecta a la manera de contar una tragedia que, a partes
iguales, da miedo haberla sufrido y vergüenza haberla tenido que vivir: la tragedia de la
dictadura argentina, conocida como “Proceso de Reorganización Nacional”, que comenzó
con el golpe de estado del año 1976 y que no concluyó hasta el año 1983, siendo que los
golpes militares ya se habían sucedido en diversas ocasiones anteriores.
La protagonista es hija de un desaparecido. Y lo es de una madre secuestrada y torturada
durante dos meses, considerablemente posteriores a la desaparición del padre. Es, pues,
víctima del régimen militar. Una víctima que empezó a serlo a los tres años de edad; y que
no ha parado de serlo.
La niña busca al padre; se pregunta dónde estará, qué se ha hecho de él. Y lo espera sin
esperanza. En su alma, la niña no olvida, sin embargo le huyen los recuerdos. Así llega
a su adolescencia: herida sin saber bien por qué. Y no sabe cómo nombrar a su herida.
El miedo de pronunciarla por su nombre ni es suya, sino de su madre. Muchos años
después del regreso de la democracia, el miedo sigue tensionando la vida, presidiéndola,
transfiriéndose de una generación a la siguiente. El miedo preside el libro.
El miedo, pero también la ternura. La mirada de una criatura se apasiona con las cosas
que tiene al alcance. Y el gesto juega con ellas, ganando la batalla de la vida. Y el amor que
protege a quien es todavía niño, adolescente… El amor de la madre, el de los parientes
próximos, es suficientemente cálido como para alejar el frío de las relaciones impersonales,
crueles en ocasiones, y de los recelos: ¿Quién es este? ¿Qué puede hacernos? ¿Qué nos
hará?
Y después llega la normalidad. Una normalidad siempre anómala, coja: la muchacha
adolescente conoce amigas; conoce algún chico singular; afronta los retos a pesar de la
duda. La vida, que crece imparable. Pero siempre, en todo momento, con el ruido de fondo
que llega desde el pasado: la tragedia roncando en el pozo que se abrió tiempo ha entre la
memoria y el olvido. Un agujero de treinta mil personas, una de las cuales es el padre. Un
paréntesis de criaturas que viven en una familia que no es la progenitora, porque fueron
cobardemente sustraídos de la cuna materna del hospital.
Claro está que la voz de una niña, la de una muchacha adolescente, endulza la dureza. Por
eso el ritmo de la ternura se confunde con el ritmo literario.
(te voy a decir la verdad! lo busque en go0gle!,
y pus,
yo no quiero puntos!, solo quiero ayudar!
pero si no te sirve esto puedes investigar aca,
que es donde lo sace "El mar y la serpiente (guia didactica).indd"
nomas pon eso y ya te aperece!!)