Biología, pregunta formulada por gabycadena77, hace 9 meses

cómo tipo de vida llevaba joana​

Respuestas a la pregunta

Contestado por melissajanethp19
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Respuesta

Explicación:

Johanna Spyri nació en Suiza como Johanna Louise Heusser, el 12 de junio de 1827, en la aldea de Hirzel, en las alturas, a unos 11 km de Zúrich.

Hirzel es un pequeño poblado emplazado en la verde falda de una colina. Para llegar hasta allí hay que atravesar extensos bosques de pinos; cuando estos terminan, el sendero está bordeado por árboles frutales. En la aldea hay flores por doquier, las casas son pequeñas y confortables, y la mayoría de ellas tienen una huerta y también jardín.

Johanna fue la cuarta hija del matrimonio formado por el Dr. Johann Heusser y la poetisa Meta Sebweizer. Su casa blanca, que aún se conserva, está ubicada en las afueras de Hirzel, justo cuando el terreno comienza a ascender la montaña verde. Desde la ventana del piso superior se obtiene una vista de los pinos y del lago de Zúrich. Johanna fue una niña sensible, con enorme amor por la música, las aves y las flores de los campos alpinos y de los bosques cercanos a su hogar.

La escuela a la cual concurrió primero Johanna, y luego sus hermanos, había sido un granero en medio de un sembradío. Seguramente su primer maestro debió de haber sido muy poco hábil para confundir su timidez con holgazanería, y la humillaba constantemente ante toda la clase. El resultado fue que los padres la sacaron de allí y la enviaron a la otra escuela de la aldea, que funcionaba en casa del pastor de la villa.

A los 14 años, Johanna fue a vivir a Zúrich a la casa de una tía, y allí asistió durante dos períodos lectivos a clases de idiomas extranjeros contemporáneos, al mismo tiempo que tomó lecciones de piano. Luego pasó un año en un internado de la ciudad de la Suiza francófona, Yverdon.

Su afición musical siempre fue evidente. Le gustaba mucho el piano, hasta que escuchó el sonido del arpa. Un día, cuando ella y su amiga Netti Fries caminaban por las calles de la ciudad, vieron un arpa en el escaparate de una tienda musical. Decidieron comprarla pero no tenían el dinero suficiente. Sacrificaron entonces sus ahorros, juntaron el dinero de ambas e hicieron la compra. Como no se decidían en cuál de las casas quedaría guardada el arpa, llegaron a un acuerdo: la intercambiarían cada dos semanas. Así fue que Johanna cumplió uno de sus más grandes sueños: aprender ese difícil pero bello instrumento de cuerdas.

Durante siete años, entre 1845 y 1852, Johanna se transformó en maestra de sus hermanas menores, mientras aprovechaba el tiempo libre para hacer lecturas que fueron enriqueciendo su capital intelectual y espiritual. En las épocas de vacaciones, su afinidad con la naturaleza la llevaba hacia la región de Chur, escenario que luego sería trasladado como la principal escenografía de la acción de Heidi.

En 1852, su vida cambia radicalmente. Su hermano Theodor, estudiante de medicina, tenía un amigo estudiante de derecho, Bernard Spyri, quien desarrollaba también las tareas de editor del diario Confederated Newspaper. En una oportunidad, cuando Bernard visita a Theodor, conoce a Johanna, se enamora de ella y terminan casándose, tras lo cual se radican definitivamente en Zúrich.

Para ocupar el tiempo que le quedaba libre y para no sentirse tan sola, sobre todo porque sentía mucha nostalgia de sus lugares, comienza a participar, junto con dos amigas, en un grupo artístico y literario. No obstante estas distracciones, su espíritu va decayendo hasta sumirse en una honda depresión y un sentimiento de soledad superlativo que la hicieron sentirse realmente enferma. Esta vivencia sería trasladada luego a la historia de Heidi, cuando la niña debe dejar Suiza para vivir en Fráncfort, lejos del aire puro y del sonido del viento entre las hojas de los pinos. Solo pudo superar esta dolencia cuando nació su hijo, Bernhard, en 1855.

A partir de 1868, el Sr. Spyri es nombrado contador de la ciudad. Debido a las nuevas obligaciones y a tener que frecuentar otros círculos sociales, el matrimonio se muda a una casa en el centro de Zúrich, cercana al lago. Su hijo, a la vez, avanza en sus estudios musicales hasta llegar a ser un buen violinista, y ejecuta dúos con su madre al piano. Es durante esta época cuando Johanna comienza a escribir con intensidad, con el objeto de recaudar fondos para la Cruz Roja Internacional, y su primer libro, Una hoja en la tumba de Vrony, ve la luz en 1871, firmado sólo con las iniciales J. S. En 1870, cuando Johanna tenía 43 años, mientras Europa soportaba la guerra franco-prusiana, con la intención de hacerle pasar momentos gratos a su hijo, su pluma abordó con pasión los propios recuerdos infantiles, que fueron plasmándose con maestría infinita en la vida de la niña huérfana que va a vivir a

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