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Respuestas a la pregunta
Respuesta:
En la mitología griega, Teseo (en griego antiguo, Θησεύς: «el que funda») es un rey de Atenas, hijo de Etra y Egeo, aunque según otra tradición su padre fue Poseidón,1 el dios del mar.
Teseo fue un héroe fundador de Atenas, como Perseo o Cadmo lo fueron para otras ciudades-estado de la antigüedad. Sus peripecias se narran en la Vida de Teseo, de Plutarco, basada en otros escritos más antiguos. Su mito se recrea también en obras posteriores. Por ejemplo, es uno de los personajes principales de El sueño de una noche de verano y Los dos nobles caballeros, de William Shakespeare.
Explicación:
No entendió el oráculo, pero Piteo, rey de Trecén y padre de Etra, sí lo entendió. El oráculo había querido decir que si llegaba a Atenas sin haber hecho el amor, la primera mujer con la que yaciera tendría un heredero suyo. Como Piteo deseaba que su hija diera a luz al heredero del trono ateniense, emborrachó a Egeo, y así consiguió que fecundara a Etra.
En la noche en la que quedó embarazada, se creía que también Poseidón la había poseído. El dios la sorprendió en la isla de Esferia, a donde había ido, debido a un sueño, con el propósito de ofrecer libaciones sobre la tumba de Esfero. Etra dedicó por ello en la isla un templo a Atenea Apaturia y llamó a la isla Hiera en lugar de Esferia, introduciendo también entre las doncellas de Trecén la costumbre de dedicar sus zónulas (fajas) a Atenea Apaturia en el día de su matrimonio.2 Según Plutarco, Piteo difundió esta versión sólo para que Teseo fuese considerado hijo de Poseidón, que era muy reverenciado en su tierra. Egeo regresó a Atenas y Etra crio a su hijo en Trecén.
Tras la concepción de Teseo, Egeo, por temor a los Palántidas, sus sobrinos, que querían el trono, decidió que su hijo no pasara la niñez con él y escondió su espada y sus sandalias bajo una roca que el niño no debía mover hasta que fuera lo suficientemente fuerte. Así que la infancia de Teseo transcurrió en compañía de su madre y su abuelo en la ciudad de Trecén. Cuando cumplió los dieciséis años su madre le reveló el secreto de su paternidad y llegado a esta edad, Teseo pudo levantar la piedra, calzarse las sandalias y envainar la espada de su padre e iniciar su viaje a Atenas para ser reconocido como hijo del rey.
Viaje a Atenas
Teseo, que desde muy joven había destacado por su fuerza y su valentía, decidió dirigirse a Atenas en solitario para conocer a su progenitor sin temer los peligros que podía entrañar el viaje. Al contrario, deseaba emular las hazañas de su admirado Heracles, a quien le unirá una buena amistad.
El primero en experimentar su valor fue el gigante Perifetes hijo de Hefesto, un salteador de caminos, que, a pesar de que era cojo, dominaba a la perfección una enorme maza de bronce con la que mataba a los viajeros: la misma maza que tan útil le sería a Teseo en el futuro, pues se quedó con ella tras darle muerte.
Otro de los gigantes bandidos a los que debió enfrentarse en su trayecto fue Sinis, el doblador de pinos, que tenía una manera peculiar de deshacerse de sus presas: doblaba dos pinos próximos, ataba las copas entre sí y un brazo de su víctima a cada una de ellas. Luego soltaba los árboles que, al enderezarse violentamente, desgarraban el cuerpo del desgraciado. Teseo, después de acabar con Sinis de la misma manera en que él asesinaba a sus víctimas, mantuvo relaciones con su hija Perigune de quien tuvo un hijo: Melanipo.
Después le tocó enfrentarse a Esciro, hijo de Pélope y descendiente de Tántalo, quien obligaba a los viajeros a lavarle los pies en el mar. De una brutal patada, los arrojaba al mar donde una enorme tortuga al servicio de Hades los devoraba. Teseo se negó y cogiéndolo por los pies lo lanzó al mar.
Teseo mata a Procusto (kílix del siglo V a. C., Museo Británico).
Cerca del pueblo de Eleusis, un bandido llamado Cerción retaba a los viajeros a luchar con él en un duelo desigual y nadie lo vencía. Solo Teseo lo hizo, levantándolo y arrojándolo mortalmente contra el suelo.
No lejos de ahí vivía otro gigante, Procustes, un posadero bandido que tenía el hábito de ofrecer a los viajeros un lecho especial. Primero los seducía, los ataba a la cama y amordazaba; en ella daba entonces comienzo a una atroz tortura. A los altos los metía en una cama pequeña y les cortaba los piernas y cabeza que sobraban. A los más pequeños los metía en una cama grande y les estiraba brazos y piernas con cuerdas y a martillazos. Teseo lo mató de la misma forma en que él mató a sus víctimas: lo sedujo con juegos, lo ató y amordazó en la cama más pequeña, dada su altura. Luego lo torturó con el martillo, le cortó los pies y finalmente la cabeza. También mató a la Cerda de Cromio, que era una fiera hija de Tifón y Equidna.
Teseo continuó su viaje y llegó a Atenas, pero se encontró con un inconveniente: su padre se había casado con Medea, la que había sido esposa de Jasón. De esta unión había nacido un hijo al que habían llamado Medo.