como te imaginas que se realizan los procesos de entrada y salida de sustancias en la celula
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
dame coronita plissss
Explicación:
¿Cómo superan los fármacos la membrana celular?
Carlos Alberto Lobato Tapia y Ángel Trigos Landa
Te has fijado lector cuántas veces tenemos que pasar por filtros o barreras para alcanzar el fin deseado? ¿Has pensado si esto te ha ocurrido en algún momento de tu vida? Por ejemplo, si quieres estudiar en una universidad tendrás que presentar un examen en el que evaluarán si eres apto o no para ello; además, deberás pagar cierta cuota y, a veces, hasta cambiar tu lugar de residencia, pues únicamente entrarán a la universidad aquellos que cumplan con todos los requisitos necesarios. Lo mismo ocurre cuando decidimos solicitar un empleo: tenemos que cubrir el perfil que se solicita y apro-bar los exámenes requeridos –kilométricos a veces–, vestir adecuadamente, e incluso caerle bien a nuestro futuro jefe. Así, podríamos seguir mencionando varios ejemplos que nos ayuda-rían a entender que para alcanzar nuestras metas es necesario vencer diferentes barreras.
Sin embargo, esta lucha no es exclusiva de los seres humanos; también ocurre el mismo fenómeno en los animales y en las plantas, y hasta en quien menos nos imaginamos: nuestros viejos y conocidos antibióticos, que para poder actuar necesitan atravesar los grandes obstáculos que son las membranas biológicas. De ahí la necesidad de conocer más acerca de sus características.
Las células contienen barricadas naturales que se hallan en su periferia y que separan su contenido del medio externo, de manera semejante a como lo hace nuestra piel. En algunos textos, las encontrarás con el nombre de “membranas semipermeables”, pues solo permiten el paso de ciertos iones o moléculas y no de todo lo que se encuentra a su alrededor; así, la membrana le da estabilidad a la célula entera. Imagínate lo que ocurriría si permitiera la entrada o salida de todo; sin duda, habría fuga de moléculas indispensables para su funcionamiento, y entrarían a ella otras que son peligrosas.
Es así cómo la membrana facilita el paso exclusivamente a las sustancias necesarias para la célula, a la vez que regula su concentración, pues un exceso la llevaría a romper su propio equilibrio. Por eso, la membrana tiene que ser muy cuidadosa con lo que penetra a través de ella, del mismo modo en que nosotros cuidamos lo que comemos, evitando alimentos en descomposición, papeles, plásticos y demás porque sabemos que dañarían nuestra salud, al igual que comer en exceso.
La membrana celular es una estructura elástica, fina y flexible, tan fina que mide entre 5 y 7 nanómetros de espesor, es decir, 0.000000007 metros. ¿Te imaginas lo delgada que es? Pero no por eso deja de ser esencial.
La membrana está compuesta principal-mente por fosfolípidos, que son moléculas con características muy particulares, por lo que se les denomina “antipáticas” (del griego amphi, ambos, y pathos, pasión), lo que para nuestros fines implica que dichas moléculas tienen afinidad tanto por compuestos que se disuelven fácilmente en agua, también llamados “polares”, como por aquellos que se disuelven bien en aceite, pero no en agua, a los que se denomina “no polares”; podríamos, pues, decir que son amigas de todos.
En cualquier membrana hay dos capas de fosfolípidos, las que se acomodan dejando los grupos polares hacia afuera, en contacto con el agua, y los no polares hacia adentro.
La membrana también contiene glucolípidos que, como su nombre indica, son moléculas formadas por un lípido y un glúcido o azúcar. Una característica particular de estas moléculas es que se localizan exclusivamente en la mitad de la membrana; es decir, los glucolípidos se encuentran “viendo” hacia el exterior de la célula. Su proporción, en este lado de la membrana, es del 5% del total de los fosfolípidos presentes en ella. Una de sus principales funciones es el reconocimiento entre célula y célula.