¿Cómo se vio favorecida América Latina por los adelantos de la Revolución Industrial?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
a partir de la década de 1850, la casi totalidad de los jóvenes estados latinoamericanos comenzaron a experimentar un cambio profundo en sus estructuras económicas de forma relativamente independiente de su, en la mayoría de los casos, turbulenta y poco definida evolución política. Dichos cambios, que se vieron acelerados sobre todo a partir de la década de 1870, fueron la respuesta lógica a la creciente expansión del comercio mundial, que llevaría a una división cada vez más definida entre países industrializados y países o regiones productoras de materias primas y de productos alimenticios. En este sentido, la estructura productiva de los países latinoamericanos, basada por lo general en determinados monocultivos o materias primas, experimentó un notable auge. Así, mientras países como Argentina, Brasil o Uruguay se convirtieron casi exclusivamente en exportadores de productos agropecuarios, otros países como Chile y México dependían económicamente de sus exportaciones de productos minerales. Al mismo tiempo, la producción industrial no logró transformarse en ningún momento de este período en el motor efectivo del desarrollo de estos países.
En consecuencia, el mercado latinoamericano se convirtió en uno de los receptores más importantes de transferencia tecnológica. En primer lugar, las importaciones se centraron en la tecnología que era necesaria para la obtención, la transformación y el transporte de sus productos de exportación. Así, la importación de instalaciones frigoríficas, fábricas de conservas, tostaderos de café, refinerías de azúcar, instalaciones para el tratamiento del caucho, refinerías de petróleo, y todo tipo de instalaciones para la explotación minera, además de la colocación del trazado de líneas férreas, fue un fiel reflejo de esta política. En segundo término, las crecientes necesidades de infraestructura que el auge de estas economías conllevó, determinaron también el aumento de las importaciones en campos como el transporte público, el telégrafo o el material eléctrico. Por último, el aumento del nivel de vida de una población con índices de crecimiento espectaculares gracias a la inmigración, propició la importación de la tecnología necesaria para la implantación y desarrollo de una industria básica de bienes de consumo
Explicación: