Cómo se realiza un Lavado gástrico
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Para realizarte un lavado gástrico en primer lugar te harán una entrevista detallada sobre los alimentos y medicamentos ingeridos en las últimas horas. También te preguntarán por otros síntomas que puedan motivar la realización de la técnica. En el caso de que llegues inconsciente, las preguntas se dirigirán a tus familiares o acompañantes. Si no estás inconsciente se te pautará una medicación sedante; así estarás relajado y las molestias de la sonda nasogástrica serán menores.
Para realizarte un lavado gástrico en primer lugar te harán una entrevista detallada sobre los alimentos y medicamentos ingeridos en las últimas horas. También te preguntarán por otros síntomas que puedan motivar la realización de la técnica. En el caso de que llegues inconsciente, las preguntas se dirigirán a tus familiares o acompañantes. Si no estás inconsciente se te pautará una medicación sedante; así estarás relajado y las molestias de la sonda nasogástrica serán menores.
Una vez sedado, el médico o la enfermera introducirá lentamente una sonda por la nariz o la boca. Esa sonda pasará por la faringe, llegará al esófago, y lo atravesará hasta llegar al estómago. Es importante que la sonda pase al esófago al llegar a la faringe, y no a la tráquea porque, si no, iría en los pulmones. Para comprobar que se ha colocado correctamente se introducirá un poco de aire, con el que se debe hinchar el estómago, y no los pulmones.
Cuando se llegue a tu estómago se succionará el contenido y se recogerá en una bolsa o en un envase transparente que hay en el extremo externo de la sonda. Así se podrá ver de forma directa el contenido del estómago y se comprobará la presencia de sangre, medicamentos, o restos de alimentos. Tan sólo te sacarán unos pocos centímetros cúbicos de volumen. Si se considera necesario se aspirará más, pero si se decide limpiar todo el contenido del estómago se debe introducir primero suero salino.
El suero salino se pasa a través de la sonda con una jeringa. Así el estómago se llena de agua y su contenido se diluye. Después se succiona y se recoge el contenido. Este paso se puede realizar varias veces para así enjuagar toda la cavidad del estómago y dejarla limpia de tóxicos. En ocasiones el médico considerará necesario introducir a través de la sonda sustancias que actúan como neutralizantes de los tóxicos ingeridos. La sustancia más utilizada en estos casos es el carbón activado, que es capaz de eliminar la mayoría de los medicamentos y tóxicos que se ingieren.
Cuando el lavado finaliza, se te puede dejar la sonda el tiempo suficiente hasta que se comprueba que no es necesario repetir nuevos lavados o que tu situación médica es lo suficientemente estable como para permanecer sin sonda. La técnica no requiere que te quedes más tiempo en urgencias, pero es probable que prefieran dejarte en observación al menos durante unas horas, para comprobar que tu cuerpo no ha absorbido tóxicos, según el contexto.