¿Cómo se pueden expresar las
primeras señales del conflicto?
Respuestas a la pregunta
Explicación:
Existen muchas visiones diferentes del conflicto en el psicoanálisis contemporáneo, cada una con sus implicaciones técnicas. Tras revisar los orígenes psicoanalíticos del concepto de conflicto, el autor discute las diversas posiciones de cuatro teóricos norteamericanos del conflicto, cada uno de los cuales ofrece una visión diferente de la localización del conflicto tanto en la mente del paciente como en el material de la sesión analítica. A continuación se examina el papel del conflicto en el trabajo de varios psicoanalistas relacionales. Se propone una tentativa de enfoque hacia la integración.
Introducción
Hubo un tiempo en que el conflicto era universalmente reconocido como el foco característico del psicoanálisis, cuya mejor expresión es probablemente la sucinta definición de E. Kris (1947) del objeto del análisis como “la conducta humana considerada como conflicto” (p. 6). Esto ya no es así.
Casi todas las escuelas psicoanalíticas contemporáneas se refieren al conflicto, pero nunca del mismo modo. Algunos analistas, incluyendo algunos psicólogos del self, se centran principalmente en los defectos, los déficits y las disociaciones –o “escisiones verticales” (Kohut, 1971, p. 176)- considerando al conflicto como un logro evolutivo posterior y, en ciertos casos, un foco posterior para el análisis. Algunos analistas, incluyendo algunos europeos, trabajan con una concepción tópica del conflicto entre una actividad represora y las ideas o afectos que esa actividad relega a un inconsciente aislado. Algunos analistas, incluyendo algunos relacionales, se centran en organizaciones conflictivas del self. Otros, incluyendo los analistas kleinianos, se centran en el conflicto con los objetos internos. En cada uno de estos ejemplos, la localización del conflicto que se examina y los componentes del conflicto son diferentes. No existe un acuerdo sobre qué está en conflicto con qué.