¿Cómo se puede detener el acoso escolar o bullying?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Las 5 estrategias para prevenir el bullying, según Cohn-Vargas son:
1. Reconocer el problema
De acuerdo con la experta, los docentes deben educar a los estudiantes, padres, colegas y a la comunidad en general sobre la importancia de tomar en serio esta problemática y cómo reconocerla.
Además, deben establecer un plan de acción para responder a los maltratos que vean cada día, por más insignificantes que parezcan. Bajo ningún concepto deben recomendarles a las víctimas de los agravios que sean “menos sensibles” o que hagan un mayor esfuerzo por hacer amigos: esto no hace más que estigmatizar y culpabilizar al niño por lo que le está sucediendo.
2. Involucrar a los estudiantes
Una estrategia que recomienda Cohn-Vargas es la de fomentar un diálogo abierto con los estudiantes acerca del acoso y la intolerancia, mediante asambleas o foros “anti-bullying”, y así dejar que ellos propongan ideas y discutan soluciones a los problemas. De esta manera, ningún alumno se sentirá ajeno a la problemática.
3. Convertir a los estudiantes pasivos en activos
Al participar en una discusión abierta sobre el tema, los estudiantes que no son víctimas ni victimarios directos del bullying, los “observadores”, tendrán más herramientas para sentirse involucrados y convertirse en agentes activos en contra de los maltratos.
Realice juegos de roles, explicándole a los alumnos cómo ponerse en el lugar del otro y ayudarse mutuamente a alzar la voz en contra del abuso de sus compañeros.
4. Promover la tolerancia y la inclusión
Generar un ambiente inclusivo, seguro y tolerante en la clase, es esencial para que los alumnos sientan que su identidad es respetada y valorada. Como docente, debe mostrar una actitud abierta a los estudiantes, de manera que ellos entiendan que pueden confiar si están sufriendo situaciones de hostigamiento o violencia.
5. Prestar atención a los agresores
De la misma manera que las víctimas, los niños responsables del bullying deben recibir atención y ayuda para disminuir su conducta agresiva. A menudo, atacar y sentir la necesidad de dominar a los compañeros, responde a inseguridades propias e incluso a situaciones de violencia experimentadas en el hogar. Ignorar al agresor y solo enfocarse en la víctima es incompatible con una verdadera resolución del problema a largo plazo.