Como se podría definir la cultura llanera, desde el principio filosófico.
Respuestas a la pregunta
Los versos de Amín Castellanos, del “Cachi” Ortegón, las canciones de Walter Silva al compás del tiple, y un recorrido por las tradiciones del llano a través de la música, fotografías y anécdotas, a cargo de destacados representantes de la cultura llanera, llenaron la Universidad de los Andes de la magia que caracteriza a esta región del país, durante el conversatorio “El Llano y sus manifestaciones culturales”.
Los más de 60 asistentes al evento, disfrutaron de una verdadera tarde “llanera”, la cual inició con los resultados de la investigación realizada durante cinco años por el artista visual Juan David Anzola, en donde se evidenció las implicaciones y orígenes del desplazamiento de la figura del llanero por la del cowboy. Posteriormente, el análisis académico de la protección de las expresiones culturales estuvo a cargo de Juan Carlos Martínez, llanero y profesor de la Facultad de Derecho de la Universidad de los Andes.
A través del compositor llanero Carlos César Ortegón, más conocido como “El Cachi”, profesional en leyes y jurista litigante que cambió su carrera profesional por el amor al llano, los asistentes disfrutaron del recorrido histórico de los tradicionales cantos de trabajo de llano. Así mismo, el reconocido cantautor llanero Walter Silva, dos veces nominado a los Premios Grammy Latino, destacó la influencia del entorno para la composición y la importancia de la música para mantener la cultura llanera.
Por otra parte, el encargado de iniciar la “fiesta llanera” fue Próspero Amín Castellanos, intérprete y folclorista araucano, quien, tras hacer un breve relato por importantes producciones discográficas llaneras, abrió el espacio musical con algunos versos que inspiraron a los demás artistas a hacer variadas interpretaciones inspiradas en los aconteceres de los llanos orientales del país.
Fue el mismo Amín Castellanos el encargado de presentar al ideólogo de la exposición discográfica ‘Soy Llanero Colombiano’, su hijo, Amín Castellanos, músico y guitarrista, integrante de la agrupación Chimo Psicodélico. Esta muestra destacó las principales producciones discográficas insignes de la música llanera colombiana.
Para Carlos Montenegro, director del CEO, es fundamental abrir espacios donde se exponga y revele el valor de la cultura llanera. “La Orinoquia colombiana debe ser reconocida como un territorio rico en cultura, turismo, gastronomía, música y tradiciones. El resultado de este evento es gratificante no solo por la participación de grandes artistas de la región, sino por el interés del público de conocer y explorar la riqueza de esta importante zona de Colombia”.
El conversatorio es el primero de los cinco conversatorios organizados por el CEO a través del Centro de Pensamiento Estudiantil de la Orinoquia para este año, y está acompañado por la exposición fotográfica “La región Orinoquia: riqueza de un territorio olvidado”, ubicada al frente de la biblioteca Ramón de Zubiria en el edificio ML, de la Universidad de los Andes.