Psicología, pregunta formulada por araceli9431, hace 2 meses

como se manifiesta la pulsion de vida y como la pulsion de muerte cita ejemplos​

Respuestas a la pregunta

Contestado por jose200722
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Las pulsiones de vida ―en alemán, Lebenstrieb o Lebenstriebe, en singular y plural, respectivamente― y su contrapartida, las pulsiones de muerte ―en alemán, Todestrieb o Todestriebe―, son las dos categorías de pulsiones que Sigmund Freud diferenció en su obra Más allá del principio de placer (1920), en el contexto de su segunda tópica.

Edición en alemán de 1921 de Más allá del principio de placer, obra en la que Freud introdujo su nueva concepción del dualismo pulsional a partir de la distinción entre pulsión de vida y pulsión de muerte.

Se trata de un dualismo en el que se proponen como contrarias ―pero, a su vez, inseparablemente unidas―, por un lado, al conjunto de todas las pulsiones que hasta entonces había descrito Freud (pulsiones sexuales y de autoconservación o yoicas), englobadas bajo el nombre de Eros (denominación alternativa para las pulsiones de vida), y, por otra parte, a la pulsión de muerte, definida como la tendencia de todo lo vivo al retorno a un estado inerte, inorgánico.[1]

Esta última pulsión (o categoría de pulsiones, si se quiere distinguir más finamente entre las pulsiones agresivas y destructivas dirigidas al propio individuo y aquellas volcadas hacia el exterior) no tenía cabida en su esquema anterior, de tal suerte que fenómenos como el sadismo o el masoquismo se explicaban por un complejo interjuego de pulsiones positivas, como por ejemplo en su artículo Pulsiones y destinos de pulsión (1915).[2] Al principio Freud utilizaba las expresiones «pulsión de muerte» y «pulsión de destrucción» como equivalentes e intercambiables, pero, en su discusión con Einstein sobre la guerra, especificó que la primera recaía sobre uno mismo, mientras que la segunda, derivada de ella, iba dirigida hacia el exterior.[3] El concepto de pulsión de muerte fue originariamente propuesto por la psicoanalista rusa Sabina Spielrein en La destrucción como causa del devenir (1912).[4][5]

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