Cómo se llamaba el niño científico que supo que los cometas no eran ninguna señal del cielo?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
El terror que causaban las bolas de fuego que caían del cielo
Pallab Ghosh
BBC
11 agosto 2014
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Cuando el fuego aparezca en el cielo, la Tierra se quebrará, habrá pestilencia y fornicación, y miles morirán.
Así es como los humanos recibían la llegada de los brillantes cometas en llamas que iluminaban la oscuridad de antaño.
¿Ha logrado la ciencia ponerle fin a nuestras profundas sospechas ante estos extraños cuerpos celestiales?
Tras un viaje de 10 años, la nave espacial Rosetta de la Agencia Espacial Europea está orbitando un misterioso objeto helado, el cometa 67P, también conocido como Churyumov-Gerasimenko.
Los investigadores lo sondearán con una precisión sin precedentes para averiguar si esos históricos viajeros del espacio podrían haber traído agua y los componentes esenciales de la vida a la Tierra.
Fornicación y adulterio
Calamidades que traen los cometas
En las leyendas yakutas de la antigua Mongolia se referían a los cometas como "las hijas del diablo"
Los romanos creían que la aparición de un cometa fue la culpable de la muerte de Julio Cesar
Los incas vieron un cometa poco antes de ser masacrados por Francisco Pizarro
En Suiza, el cometa Halley fue culpado por terremotos y enfermedades
A menudo, este tipo de cometas han sido descritos como gigantes bolas de nieve, habitantes indeseados del Sistema Solar proscriptos a las lejanías congeladas.
Son restos de la formación de los planetas y muchos tienen órbitas regulares que los traen cerca a nuestra estrella.
Es entonces cuando los humanos pueden verlos, cuando la luz y los vientos solares encienden sus fogosas colas, un espectáculo que ha inspirado y asombrado a nuestros ancestros desde los albores de nuestra especie.
Los astrónomos chinos fueron los primeros en documentarlos hace más de 3.000 años. Registraron al menos 338 observaciones separadas desde alrededor de 1.400 a.C. hasta 1.600 d.C.
En Europa, la gente consideraba a los cometas como un mal augurio, una señal de que se avecinaban desastres y desventuras.
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En "De Cometis" están detalladas las desgracias que ocurren según la posición del cometa.
En 1665, el astrólogo inglés John Gadbury publicó un libro, "De Cometis", en el que afirmaba que los cometas estaban asociados con eventos desagradables muy específicos.
Si uno aparece en la constelación de Aries, escribió, "vendrán enfermedades que afectaran la cabeza y los ojos".
Y, "fornicación y adulterio será rampante así como la persecución de los religiosos", si el cometa está en Capricornio.
Astro con sendero
Aparentemente lo que incomodaba a nuestros ancestros era lo inesperado de la aparición de estos cuerpos celestiales, según le dice a la BBC Robert Massey, director adjunto de la Royal Astronomical Society en Londres.
"Algo que aparecía en el cielo, que parecía venir de la nada, permanecía ahí por semanas o meses para luego desaparecer, generalmente se interpretaba como una señal de cambio, lo que usualmente era un presagio de que algo malo iba a suceder", explica.
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En 1664 y 1665 dos brillantes cometas encendieron los cielos europeos. Esta ilustración conmemora uno de ellos, visible durante diciembre de 1664 en Núremberg, Alemania.
Pero en el siglo XVII, Edmund Halley, un físico y matemático que llegó a convertirse en el Astrónomo Real del Reino Unido, empezó a poner a los cometas en un plano más científico.
Halley observó al cometa que hoy lleva su nombre.
Era un científico famoso, simpático, con mucho estilo y muy popular. Cuando su amigo Isaac Newton estaba formulando las leyes de gravedad y movimiento, Halley hizo los cálculos que mostraron que estos astros no aparecían de la nada sino que tenían un sendero predecible en el Sistema Solar.
El cometa Halley, calculó, pasaba cerca de la Tierra cada 76 años.
Era la época en la que la ciencia estaba desplazando a la superstición, el amanecer de la Edad de la Razón. A pesar de ello, el temor a los cometas perduró por varios siglos más.
Píldoras contra el Halley
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Hubo enormes avances en el estudio de los cometas en el siglo XVII. Estas