Historia, pregunta formulada por sofiamagali2202, hace 2 meses

como se instrumenta la democracia?​

Respuestas a la pregunta

Contestado por marifergomezc25
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Respuesta:

Democracia directa

La democracia directa, llamada también democracia pura o democracia suiza,1​ es una forma de democracia, en la cual el poder es ejercido directamente por el pueblo en una asamblea. Dependiendo de las atribuciones de esta asamblea, la ciudadanía podría aprobar, modificar o derogar leyes, así como elegir a los funcionarios públicos. La democracia directa se ejercía en la Antigua Grecia, y en la actualidad testimonialmente en la asamblea anual de los ciudadanos de algunos cantones suizos de alta montaña.2​  

Aplicación

Los mecanismos de la democracia directa se aplican en la actualidad en la democracia semidirecta, principalmente Suiza. La mayoría de las democracias actuales son del tipo democracia representativa, permitiendo formas limitadas de democracia directa y generalmente no vinculantes.

Grecia y Roma

Los primeros registros que se conservan de democracia directa provienen de la antigua democracia ateniense, comenzando en 507 a. C. Esta experiencia duró aproximadamente dos siglos, durante los cuales el poder recayó en una asamblea en la que estaban todos los ciudadanos varones que no eran esclavos ni extranjeros. Los cargos públicos eran elegidos por sorteo, y un representante elegido por la asamblea se encargaba de liderar el ejército de la ciudad, llamado estratega.

Suiza

La democracia directa, tal como fue establecida en las antiguas polis griegas, se aplica mediante asambleas populares en tan solo dos cantones suizos: Appenzell Rodas Interiores y Glaris, donde aún hoy en día es la más alta institución política a nivel cantonal. En la llamada Landsgemeinde, el pueblo se reúne en la plaza pública de la ciudad o en una pradera una vez al año, donde aprueban las leyes, el presupuesto y también las reformas constitucionales. Por cuestiones prácticas estas asambleas fueron eliminadas del resto de cantones suizos.3​

Democracia directa digital

La democracia directa digital o electrónica es una forma de democracia directa en la cual Internet y otras tecnologías de comunicación electrónica se usan para mejorar la burocracia involucrada con los referendos, registrando electrónicamente los votos. Muchos partidarios piensan que también se pueden incluir en esta noción las mejoras tecnológicas al proceso deliberativo, o incluso a la gestión de gobierno para acercarla a los ciudadanos. A la democracia directa electrónica se le llama a veces EDD (muchos otros nombres se usan para lo que es esencialmente el mismo concepto).

Aplicación actual

La democracia directa electrónica como sistema no ha sido implementada totalmente en ningún lugar del mundo, aunque Suiza, ya gobernada parcialmente por democracia directa, se mueve en dirección a dicho sistema.4​5​

Críticas al sistema presencial

Entre las objeciones más importantes que se suelen imputar a la democracia directa se refiere a su practicidad y eficiencia. Decidir sobre todos o casi todos los temas de importancia pública mediante referéndum puede ser lento y costoso, y puede provocar en los ciudadanos apatía y fatiga. Los defensores actuales de la democracia directa suelen sugerir que la democracia electrónica (con herramientas como los wikis, los foros o la televisión digital) puede paliar esos problemas. El modelo suizo demuestra, sin embargo, que a pesar de ser posible decidir sobre todos los temas, en realidad solo pocos temas llegan a votación popular, ya que el mero hecho de que se podría convocar un referéndum obliga a los p olíticos a buscar compromisos en el trámite parlamentario para evitar un referéndum. De este modo la democracia directa genera resultados consensuados sin la necesidad de que todo sea votado en urnas. El no solicitar un referéndum equivale a una aprobación implícita de las decisiones tomadas por el parlamento.

 

Democracia aleatoria

Existe una contracorriente reaccionaria de cuño anglosajón que propugna como posible variante de la democracia directa la implementación de combinaciones de las instituciones actuales con aplicaciones democráticas del sorteo (ver: demarquía). Entre los autores más relevantes de esta corriente pueden citarse a John Burnheim, Ernest Callenbach, A. Barnett y Peter Carty, Bárbara Goodwin o, en el ámbito francés, Yves Sintomer. Los autores consagrados que han dedicado más espacio a este tipo de propuestas son Robert A. Dahl y Benjamin Barber. En el mundo hispanohablante la recepción aún es muy reducida, pero se distingue de la anglosajona en que no contendría elementos reaccionarios. Por ejemplo, autores como Juan Ramón Capella han planteado la posibilidad de acudir al sorteo como herramienta democratizadora.6​

Realmente no deja de ser una democracia representativa, con una dosis aleatoria de democracia directa.

Explicación:

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