cómo se ha perdido el interés educativo en los estudiantes por fa le dió corona
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
espero que te sirva amigo solo resume :)
Explicación:
Sí, es un hecho probado que los estudiantes varían notablemente en su rendimiento académico y lo hacen a lo largo del tiempo. Las razones que explican estas diferencias dependen de varios factores:
El contexto socio-cultural del alumnado, destacando el nivel socioeconómico y cultural de la familia y las oportunidades que ofrece el contexto social.
Los factores escolares, siendo la convivencia en el centro, el profesorado, la metodología y recursos didácticos y el clima de trabajo en el aula los aspectos más relevantes.
Las características personales del alumnado, tales como: aptitudes, conocimientos previos e historia escolar, actitudes, hábitos de trabajo y motivación por el estudio.
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Alimentar el esfuerzo
De entre todos los factores mencionados, la motivación escolar es uno de los más determinantes. Esta se refiere al gusto por el estudio y a la energía que se pone en ello. En una palabra: al esfuerzo.
Utilizando la analogía del automóvil: si las aptitudes son el motor, el esfuerzo es la gasolina, así que por mucho motor que haya, si no lo alimentamos bien, no funciona. O mimetizando la famosa fórmula de Einstein, el rendimiento académico es igual a la capacidad del estudiante por su motivación al cuadrado: R=cm2.
Perfiles de estudiantes por su motivación
En una investigación reciente, estudiamos la motivación del alumnado en dos momentos diferentes: cuando estaban en 4º de Educación Primaria (4º EP) y cuatro años más tarde, cuando cursaban 2º de Educación Secundaria Obligatoria (2º ESO).
Atendiendo a la motivación, se encontraron tres perfiles básicos de estudiantes:
Altamente motivado o con mejor disposición hacia el estudio. El alumnado de este grupo afirma que le gusta estudiar y se esfuerza para lograr buenos resultados, atiende en clase, mantiene sus cuadernos limpios y ordenados y persiste para finalizar sus tareas, incluso cuando estas le resultan difíciles.
Alumnado aplicado. Reconoce que no le gusta estudiar y, por tanto, no incluye el estudio entre sus actividades preferidas. No obstante, entiende el estudio como un deber y se comporta coherentemente con dicha convicción: pone atención y esfuerzo en su trabajo y persevera en la comprensión y realización de las tareas que le plantean dificultades.
Motivación baja. Es el perfil más preocupante: no le gusta estudiar y tampoco reconoce que el estudio supone un deber o un compromiso. Por ello, no entiende la necesidad de esforzarse, estar atento y acabar sus tareas.
Pero, ¿cómo cambia la motivación del alumnado a lo largo de la escolarización? Los resultados del estudio son muy claros y señalan que la motivación decae fuertemente con el discurrir de la escolaridad, deteriorándose especialmente entre Educación Primaria y Educación Secundaria.