Ciencias Sociales, pregunta formulada por andresgiraldobuitrag, hace 23 horas

como se explica esta frase "No quiero pelear contigo pero no me gusta como te as comportado".​

Respuestas a la pregunta

Contestado por mariaalexandrapachay
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Respuesta:

ner diferencias y confrontaciones en el seno de una pareja es normal y, según los expertos, necesario dentro de una relación sana. Sin escaparse por supuesto de los límites del respeto, y con el afecto como marco, hay normas a tener en cuenta: no se puede olvidar el cómo (siempre calmados, nunca en caliente), el cuándo (por la noche, no: el lóbulo prefrontal no está para pensar) o la forma (cara a cara, ni telefono, ni Whatsapp, ni mucho menos en el coche). Pero además, en el universo sentimental, el léxico cuenta más que nunca, por lo que repasamos ciertas expresiones a evitar para no convertir una sana discusión en un campo de batalla.

1. “Tenemos que hablar”. “Es una expresión muy poco recomendable”, explica la psicóloga y coach en 3contigo, Olga Albaladejo. En primer lugar nos desvela que la persona lleva un tiempo dándole vueltas a un tema que no se ha atrevido a sacar, así que se presupone peliagudo. Por otro, cabe señalar una cuestión con respecto a los verbos de obligatoriedad que despersonaliza mucho el contenido: no estamos diciendo“yo quiero hablar contigo, yo necesito hablar contigo”, sino que “estamos utilizando el imperativo y eso provocará una actitud defensiva en el otro y así no se llegará al consenso”.

2. Cualquier frase que empiece por “porque tú…”. “Nunca deberíamos arrancar diciendo: ‘Porque tú…’ mientras señalamos al otro con un dedo”, explica Silvia Congost, psicóloga experta en Dependencia emocional y Terapia de pareja y conferenciante.“Siempre debes iniciar la discusión por ti: ‘Porque yo’. Si arrancas hablando de cómo te hace sentir aquello que ha ocurrido en vez de empezar culpando al otro, la otra persona no se sentirá atacada y la conversación fluirá muchísimo mejor”, recomienda. Mila Cahue, doctora en Psicología, especialista en temas de pareja y autora del libro Amor del bueno, concuerda: “Ese enunciado lo que hace es poner al otro a la defensiva. Si la conversación se hace de forma descriptiva y sin invadir el terreno del otro tendremos más posibilidades de que nos escuche y de que comprenda lo que le estemos diciendo, de que entre los dos se encuentre una solución”. Por su parte, Albaladejo, añade que el problema radica en que “tendemos a gestionar las relaciones de pareja como cuentas de debe y haber: ‘yo hago esto por ti entonces tu me debes esto’, vamos contabilizando lo que hacemos por el otro, reclamando que cada cesión que hacemos se tiene que corresponder con otra cesión por parte de la pareja… lo cual es un error: el ‘nosotros’ no surge desde una pérdida, sino desde una ganancia”.

3. Cualquier frase que contenga “nunca” o “siempre”. “Básicamente por que es mentira, es solo una forma de magnificar. Siempre es más recomendable el utilizar un ‘demasiado a menudo’, ‘con mucha frecuencia’, etcétera”, explica Cahue. “Puede parecer un tema menor”, completa Albaladejo “pero el léxico, las formas son muy importantes en este tipo de discusiones: la palabra hiere y lo que decimos ahí queda”.

4. “No quiero discutir”. No hay nada más frustrante en el campo de batalla que la retirada del contrincante sin dar cuartel. “Una cosa es decir ‘no quiero tener esta conversación en este momento porque estamos calientes y no vamos a llegar a ningún lado’ y otra cosa es cerrar las compuertas en plan ‘paso de ti o ahora mismo déjame en paz’, que no suenan muy bien”, comenta Olga Albaladejo. Pero también esta negativa a encarar una pelea puede tener otros problemas aparejados. “La persona que huye de las discusiones, ya sea porque no sabe manejarlas o porque tiene un trauma o no le han enseñado a dialogar, tiene un problema. En una relación no podremos estar siempre de acuerdo con el otro en todo y las discusiones son muy sanas y necesarias (siempre que sean desde el cariño y el respeto hacia la otra persona)… pero algunos tienen experiencias traumáticas de sus familias de origen y al empezar una discusión, su cerebro les conecta con esas vivencias y les duelen demasiado como para seguir ahí. Por eso se van, pero se trata de algo que deberían trabajar porque a la larga se convierte en un problema importante en la relación”, advierte Silvia Congost.

5. “Parecemos compañeros de piso”. Por qué lo llaman amor cuando en realidad quieren decir que no hay sexo. ‘Parecemos compañeros de piso’ es una demoledora expresión con la que en realidad queremos decir: ‘¿Te das cuenta de que ya no hay pasión entre nosotros?’. “Es una situación en la que se encuentran muchas parejas que se han convertido en eso, en dos amigos que pagan a medias su vivienda y cada uno hace su vida sin compartir mucho más que un pedacito de cama. Cuando eso ocurre es porque ya no hay vida sexual entre los dos, incluso puede llegar un punto en el que se les haría extraño volver a intentarlo. Pueden quererse, pero es otro tipo de amor, más de amistad que de pareja. El deseo ha desaparecido”, explica Congost.

Explicación:


canazavaldiviar: mucho texto
mariaalexandrapachay: agradece mas que sea
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