¿Cómo se desarrolla la identidad de los pueblos en todas sus dimensiones, valorando la riqueza de la diversidad en las diferencias culturales?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:El artículo 4 de la Convención sobre la Protección y Promoción de la Diversidad de las Expresiones Culturales (Paris, 2005) define la diversidad cultural como la multiplicidad de formas en que se expresan las culturas de los grupos y sociedades. Estas expresiones se transmiten dentro y entre los grupos y las sociedades.
La falta de comprensión de los valores y las culturas de otras personas es la causa principal de la mayoría de los conflictos. La diversidad cultural promueve el respeto, la comprensión y la aceptación de varias culturas, mientras la interculturalidad promete una nueva síntesis cultural a partir de la interacción de culturas de diferentes orígenes. Cualquier reflexión a partir de un punto de vista intercultural parte de la convicción de que las culturas no se desarrollan de manera aislada, sino en interacción constante y en interdependencia entre ellas.
Desde hace unos años España, paulatinamente, se ha convertido en un país receptor de otras culturas. De golpe, iniciamos la convivencia con personas venidas de muy diversos lugares. Los fenómenos del racismo, la xenofobia y la intolerancia, alentados por diversos factores sociales, políticos, económicos y/o culturales, se han convertido en motivo de preocupación porque se ve amenazado el mantenimiento de valores y principios que sostienen la convivencia, generando violencia contra las personas más vulnerables o aquellas que no se ajustan a las normas de una mayoría.
La común reacción de exaltar lo “nuestro” a costa de lo “de los otros” viene marcada por el miedo a lo distinto, fuente de la discriminación y de los conflictos de convivencia intercultural. La identidad cultural de las personas que vienen de fuera, no es un factor de exclusión social en sí mismo, es posible que el factor de exclusión sea el miedo que nos genera acercarnos a lo diferente: procedencia, creencias religiosas, edad, sexo, características físicas, orientación sexual, personalidad, aficiones, nivel de vida, etc.
Desde un enfoque de Cultura de Paz, tanto la diferencia como la consiguiente diversidad existente entre las personas que comparten una misma sociedad, se entiende como fuente de enriquecimiento personal y social, sobre todo cuando la pluralidad se articula en virtud de interacciones cooperativas y solidarias.
Desde el Movimiento por la Paz -MPDL-, apostamos por la construcción de un modelo de convivencia intercultural que nos permita, tanto a nivel local como global, vivir y relacionarnos en igualdad, armonía y, sobre todo, en paz.
Explicación: bhjcfgsdxghvg