Historia, pregunta formulada por abimaelsandoval81, hace 11 meses

¿Cómo se define la Revolución industrial?
¿Qué invento fue el más representativo y por qué? Y DOY 15 PUNTOS

Respuestas a la pregunta

Contestado por ferchiisabel25
1

Respuesta:

1 ¿Cómo se define la Revolución industrial?

La Revolución Industrial o Primera Revolución Industrial es el proceso de transformación económica, social y tecnológica que se inició en la segunda mitad del siglo XVIII en el Reino de Gran Bretaña, que se extendió unas décadas después a gran parte de Europa occidental y América Anglosajona, y que concluyó entre 1820 y 1840. Durante este periodo se vivió el mayor conjunto de transformaciones económicas, tecnológicas y sociales de la historia de la humanidad desde el Neolítico, que vio el paso desde una economía rural basada fundamentalmente en la agricultura y el comercio a una economía de carácter urbano, industrializada y mecanizada.

2¿Qué invento fue el más representativo y por qué?

Seguramente muchos pensarán que las grandes invenciones de la humanidad han sido la máquina de vapor, la imprenta, la rueda, la electricidad o, incluso, el telégrafo, pero pocas herramientas de trabajo pueden contarnos una historia tan fascinante de nuestra civilización como el arado.

El arado es una máquina asombrosamente simple pero con un gran poder de transformación. Su invención supuso una verdadera revolución no sólo tecnológica, sino también económica, social y demográfica.

La primera pregunta que debemos plantearnos es: ¿Por qué motivo nos hicimos sedentarios? ¿Existía una necesidad imperiosa para modificar nuestro modo de vida? Realmente la vida nómada no estaba en vías de extinción, ni mucho menos. La verdadera razón hay que buscarla en el progreso. La agricultura y la ganadería contribuyeron a la prosperidad económica, permitiendo un incremento progresivo de las extensiones cultivadas y, por vez primera, disfrutar de excedentes de producción agrícola.

Con la agricultura hicieron su aparición dos artilugios, el pico y la pala, con los cuales nuestros antepasados realizaban pequeños hoyos donde colocar la semilla. Pero esto no era suficiente, las semillas crecían mejor si la tierra estaba desmenuzada, pero era muy duro cavar los campos con aquellas herramientas de mano. Esta necesidad hizo surgir los primeros arados.

Contestado por adrianavidal201310
0

Respuesta:

Seguramente muchos pensarán que las grandes invenciones de la humanidad han sido la máquina de vapor, la imprenta, la rueda, la electricidad o, incluso, el telégrafo, pero pocas herramientas de trabajo pueden contarnos una historia tan fascinante de nuestra civilización como el arado.

El arado es una máquina asombrosamente simple pero con un gran poder de transformación. Su invención supuso una verdadera revolución no sólo tecnológica, sino también económica, social y demográfica.

La primera pregunta que debemos plantearnos es: ¿Por qué motivo nos hicimos sedentarios? ¿Existía una necesidad imperiosa para modificar nuestro modo de vida? Realmente la vida nómada no estaba en vías de extinción, ni mucho menos. La verdadera razón hay que buscarla en el progreso. La agricultura y la ganadería contribuyeron a la prosperidad económica, permitiendo un incremento progresivo de las extensiones cultivadas y, por vez primera, disfrutar de excedentes de producción agrícola.

Con la agricultura hicieron su aparición dos artilugios, el pico y la pala, con los cuales nuestros antepasados realizaban pequeños hoyos donde colocar la semilla. Pero esto no era suficiente, las semillas crecían mejor si la tierra estaba desmenuzada, pero era muy duro cavar los campos con aquellas herramientas de mano. Esta necesidad hizo surgir los primeros arados.

Los primeros animales de tiro, humanos

Fue en Mesopotamia, entre los ríos Tigris y Éufrates, el escenario geográfico en el que aparecieron los primeros arados. Inicialmente estaban fabricados en su totalidad de madera y, además, eran de una sola pieza en forma de horquilla. Ante la ausencia de animales de tiro que pudieran arrastrarlos, eran los seres humanos los que tiraban inicialmente de aquellos primitivos arados para abrir los surcos en la tierra.

Fue posteriormente –hacia el 3.000 a.C- cuando se empezaron a utilizar los bueyes, un animal fuerte y tranquilo, para tirar de aquel artilugio. En el Museo del Louvre se encuentra una terracota de Beocia del siglo VII a.C que muestra a un hombre arando tirando de una pareja de bueyes. Se trata de la primera representación de un arado que se conoce en Europa.

A pesar de lo arduo que suponía la siembra de la tierra el arado tirado facilitó en gran medida las labores de los primeros agricultores, el principal problema al que debían hacer frente era al rápido desgaste de las piezas de madera. La solución llegó durante el Imperio Romano, momento en el que hicieron su aparición las cuchillas de hierro, que ahondaban en la tierra, facilitando la labor de la siembra.

Cosa de hombres

Con el arado llegó el excedente de producción y con él la especialización de la sociedad, no hacía falta que todos se dedicaran a la recolección ni a la caza, como en tiempos pasados. En las primeras civilizaciones apareció la figura del constructor, del sacerdote, del artesano y la del soldado. Los ejércitos fueron lo suficientemente poderosos para alejar a las tribus nómadas de sus campos del cultivo y dar cierta tranquilidad a los habitantes.

El arado modificó también la vida familiar de las primeras civilizaciones. Al tratarse de un instrumento muy pesado se consideró que arar era cosa de hombres, permitiendo que las mujeres pasaran más tiempo preparando la comida en el hogar. Por otra parte, y dado que las mujeres ya no tenían que transportar a los bebés mientras buscaban comida, los embarazos se hicieron más frecuentes, propiciando un crecimiento demográfico.

Desgraciadamente el cambio del estilo de vida tuvo su parte negativa. Los hallazgos arqueológicos han demostrado que los primeros agricultores disfrutaron de una salud mucho más precaria que las tribus de cazadores-recolectores, debido a que una dieta basada en el arroz y el trigo provoca carencias nutricionales importantes (vitaminas, hierro y proteínas).

M. Jara

M. Jara

Pedro Gargantilla es médico internista del Hospital de El Escorial (Madrid) y autor de varios libros de divulgación.

Explicación:

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