Como se comunicaban las personas en el siglo 1 hasta el 21
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Comunicación es, fundamentalmente, diálogo; un intercambio entre sujetos capaces de “conectar” sus códigos de lenguaje, patrones de pensamiento y/o emoción, para obtener como resultado algo compartido, algo “en común”.
Durante mucho tiempo se pensó que la comunicación era un atributo exclusivo de la especie humana. La ciencia ha ido demostrando, a lo largo de las últimas décadas, que otras especies animales, e incluso algunas plantas, poseen diferentes formas de comunicación. El rol de las feromonas en varias especies, incluida la nuestra, es ya bien conocido. Hay también estudios sobre plantas que “advierten” de un peligro a otras más distantes mediante el recurso de expeler un olor determinado. Uno puede encontrar muchos ejemplos más de estas sofisticadas maneras con las cuales la naturaleza ha dotado a sus individuos para interactuar entre ellos, consciente o inconscientemente.
Por mucho tiempo se identificó al lenguaje verbal del ser humano como la herramienta primordial de la comunicación. Hoy se entiende que comunicar es mucho más que verbalizar un contenido. El diálogo —la comunicación— está presente e impregna casi todo lo que hacemos o dejamos de hacer. Dialogamos con nuestros gestos, actitudes, comportamientos, rituales e, incluso, con la toma de decisiones. Un abrazo silencioso a alguien que sufre, comunica. El sonido de un timbre telefónico que nadie contesta, comunica. La sonrisa con que saluda un empleado público al ciudadano que hace un trámite, comunica.
En el último medio siglo, las tecnologías de la comunicación e información (TIC) han evolucionado en forma exponencial, en relación con los previos siglos de historia humana conocida. Hace apenas 60 años, para la mayoría de personas, el mundo tenía los límites del territorio más cercano: lo local o apenas lo nacional; era difícil que alguien estuviera usualmente al tanto de hechos que ocurrían en territorios lejanos, mucho menos que tuviera comunicación directa e instantánea con una persona que viviera en sus antípodas.
La primera mitad del siglo XX entreabrió puertas que, en su segunda mitad y en lo que va del siglo XXI, han dado paso a un apabullante desarrollo científico y tecnológico, que ha cambiado para siempre el rostro de la civilización actual. Y la Comunicación, con mayúsculas, está en el centro de toda esa transformación.
Hoy cualquier sujeto, en cualquier lugar, tiene acceso inmediato a un universo casi infinito de posibilidades de diálogo con otros sujetos, conocidos o desconocidos. Esta abrumadora realidad ha generado también un fenómeno aparentemente contrario: mientras más cantidad de información y posibilidades de comunicación tiene la gente, más ha segmentado sus preferencias. Eso obliga a que, para comunicarse exitosamente, los sujetos deban “sintonizar” con tales preferencias. Expresado en forma elemental, significa que debo conocer qué piensa, siente o quiere mi interlocutor para poder conectar con él. Esto implica investigación.
Una comunicación exitosa, en la actualidad, se basa en una investigación rigurosa de los sujetos con quienes interesa comunicarse. Una empresa, una organización, un académico, un político o un vecino del barrio que no conozca a su/s interlocutor/es está condenado a improvisar la comunicación. Y en esa improvisación
Explicación:
espero haberte ayudado gracias