Como reconocemos que está vivo el árbol
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Viedo que sigue húmedo al sacr una ramita puedes ver si esta seco es su interior y aho sabes que esta seco pero si esta vivo es húmedo por dentro
Respuesta:
Señales de que algo va mal
Si un árbol es caducifolio (cerezo, almendro, árbol del amor…) lo esperado es que pierda la hoja llegado el otoño y nadie se va a alarmar por ello. Pero, ¿qué ocurre si llega la primavera y a pesar de correr las semanas, éste no brota?
Ya van dos preguntas, así que voy a empezar a dar alguna respuesta.
Formación en jardinería y paisajismoEs cierto que hay unas especies más precoces que otras. La morera de mis vecinos, por ejemplo, saca cada año las hojas antes que el tilo de mi jardín. Incluso dentro de una misma especie pueden existir variedades unas más tempranas que otras. Lo que no es para nada razonable es que estemos a finales de mayo (a no ser que vivas muy al norte) y tu árbol se esté haciendo de rogar. Está claro que algo pasa, ¿verdad…? Es normal que salten las alarmas.
Otro episodio preocupante suele suceder en verano. Es muy frecuente que, de un día para otro, los árboles se queden pelados, sin otra explicación que la fuerte insolación. Exacto, por ahí van los tiros. No es que se haya adelantado el otoño. Tampoco quiere decir, en este caso, que el árbol vaya a morir necesariamente. Es una respuesta de estrés a una situación extrema.
¿Si pierde la hoja en verano, cómo puedo saber si mi árbol sigue vivo?
Si pierde la hoja en verano, ¿cómo puedo saber si mi árbol sigue vivo?
Gran parte de la culpa la tiene el calor, sí, pero también la falta de humedad ambiental y del suelo. El tiempo cálido y seco de los meses de julio y agosto son demasiado para un árbol plantado hace relativamente poco. La planta se estresa porque no ha tenido tiempo de mover sus raíces. Ahora ya es demasiado tarde; transpira el agua por sus hojas, pero repone poco o nada de lo perdido. Ante un balance negativo como ése acabará purgando sus hojas. En condiciones excepcionales, les puede suceder incluso a árboles añejos con raíces bien desarrolladas.
Buenas y malas prácticas
Puedes evitarles tal angustia, siendo previsor; plantándolos a finales de invierno, principios de primavera o al entrar el otoño. Tendrán más margen para hacerse a su nuevo hogar. Por razones evidentes, intenta no hacerlo en pleno verano.
¿Sabes si tu árbol aún sigue vivo? ¿Es irrecuperable o aún se puede salvar?
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Cuando por las circunstancias del clima convenga aumentar el riego de los nuevos ejemplares, adelante. Si hiciera falta, socorre también a los no tan jóvenes. La escasez de agua hará que pierdan las hojas, pero reaccionando a tiempo puedes revertir la situación.
Ten mucha precaución con este tema, no se trata de regar por regar. El exceso de agua es incluso peor que su defecto. En una época en que las raíces requieren de más oxigeno por el calor sofocante, empapar el suelo podría dejarlas sin aire y asfixiarlas. Para saber cuándo regar, comprueba el sustrato. Si a unos centímetros aún notas la tierra húmeda, deberías esperar.
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Seguimos buscando razones, para poder evitarlas… Ante un contacto accidental con ciertos agentes químicos, también podría darse el caso de que tiraran la hoja. El árbol se vería seriamente afectado si por ejemplo algún herbicida, determinados productos de limpieza o gran cantidad de sales alcanzaran sus raíces.
Tal vez no sea eso y haya existido una obra en la parcela. En caso de obras próximas y con maquinaria pesada, el suelo acabaría compactándose. Al disminuir su capacidad de aireación, las raíces lo sufrirían de inmediato. Las heridas en las raíces o el tronco suponen un problema por sí mismas, pero además pueden dar pie a la entrada de hongos patógenos.
Son muchas las causas por las que un árbol, sano a priori, muestra su descontento. Paradójicamente, aunque los síntomas se manifiesten en la copa, es posible que la explicación se encuentre en el suelo.
La prueba definitiva: ¿sigue mi árbol vivo?
Espero que con estos consejos logres evitar el fatal desenlace. Si, a pesar de todo, ahora te estás preguntando si sigue vivo ese árbol que con tanto cariño plantaste, -lo siento- estas indicaciones servirán para que salgas de dudas.
Lo importante es descubrir si la savia continua circulando por debajo de su corteza. ¿Cómo…? Rasca primero arriba en una rama. Si descubres tejido verde, ¡perfecto! ya has confirmado que tu árbol aún “está entre nosotros”. Quizás aún puedas hacer algo por él. Pero si no, no desesperes, haz la misma comprobación en el tronco. Cabe la posibilidad de que eligieras una rama seca.