Castellano, pregunta formulada por danagomez3702, hace 1 año

Como realizar la introduccion de una monografia? , .

Respuestas a la pregunta

Contestado por JoSinclair
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Una introducción es, si se quiere, una breve reseña o relación del tema o investigación que se desarrollara en una monografia o trabajo escrito.

Interrogantes, como por ejemplo, ¿Qué? ¿Cómo? ¿Por qué? (¿Cuando y donde? en ocasiones es importante) deben ser planteadas y transmitidas a traves de la redacción de una buena introducción. El "¿Qué?", por ejemplo, se refiere al tema que se tratará,pero tambien es importante la razón de realizar el trabajo, por qué se eligió, lo que se pretende demostrar, e incluir además antecedentes o trabajos anteriores relacionados al tema.

Debe ser breve, y muy precisa, y además brindar a quien lo lea la posibilidad de tener una idea clara y resumida de lo que se trata el tema.

Podemos estructurar la introducción de la siguiente manera:
1. El tema que se tratará.
2. El objetivo, lo que se quiere lograr con el trabajo.
3. La metodologia empleada, descrita someramente.
4. Otros trabajos similares o relacionados, haciendo enfasis en lo que se quiere demostrar o probar que no se haya hecho antes.
5. Si es el caso, elaborar una hipotesis, y describir como se quiere probar.
6.- El alcance de el trabajo o investigación.
Contestado por stefani2018
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Definición

Por sus raíces griegas (“mono”, uno, y “graphos”, estudio), se refiere al estudio de un tema específico. En una extensión regular de 30 a 50 cuartillas, aborda un asunto que ha sido investigado con cierta sistematicidad; por lo general, es producto de un trabajo de investigación documental que únicamente da cuenta de la información recabada. Se puede presentar como un trabajo argumentativo, expositivo, explicativo o descriptivo.

Función en el medio académico

Una monografía es la mejor opción para desarrollar la capacidad de buscar información de calidad, saber analizarla y organizarla con el fin de lograr la comprensión de un tema delimitado de forma precisa. Supone un ejercicio mental ya que implica un recuento de conocimientos propios, a partir de los cuales comienza la compilación de información.

Estructura

Las partes de una monografía son las siguientes: portada, dedicatoria o agradecimientos (opcionales), índice general, prólogo (si se requiere), introducción, cuerpo del trabajo, conclusiones, apéndices o anexos y bibliografía. Ahora mencionamos de qué consta cada parte.

Portada: en ella se enuncian de manera ordenada el título de la monografía, el cual debe “reflejar el objetivo de la investigación, el nombre del autor, el nombre del asesor, la materia, la institución, el lugar y la fecha.

Dedicatoria o agradecimientos: si se desea, se puede agregar una hoja que funcione para dedicar el trabajo a alguien especial o para agradecer a una persona o a varias por su colaboración en la realización de la monografía.

Índice general: en él se enlistan los subtítulos presentes en el trabajo y se asigna a cada uno la página en la que se encuentra. También se pueden agregar índices específicos de los recursos empleados como tablas, ilustraciones, gráficas, apéndices, etc.

Prólogo: en una hoja aparte, la escribe el autor o alguien más. No es indispensable, pero en éste el alumno tiene la posibilidad de presentar los motivos que lo llevaron a elegir el tema, los problemas que tuvo mientras llevaba a cabo la investigación y algunas cuestiones personales relacionadas con su trabajo (Ander-Egg y Valle, 105).

Introducción: en una extensión de 2 ó 3 páginas se plantea el tema, la problemática a exponer y su relevancia, el objetivo específico del trabajo y los objetivos particulares (si es que hay). También se pueden mencionar, a manera de síntesis, las secciones del trabajo como una guía para el lector y se pueden destacar algunos autores citados continuamente en el texto. Cabe destacar dentro de este apartado el alcance de la investigación para que se conozcan desde un principio los límites de la monografía. Como último paso dentro de la introducción, es importante describir los métodos utilizados para llevar a cabo la indagación del problema.

Cuerpo del trabajo: se organiza en capítulos o secciones que deben llevar un orden preciso. Se pasa de lo general a lo particular de forma progresiva en la exposición de la evaluación y presentación de los datos. Es de gran importancia relacionar lógicamente cada subtema de la monografía con el fin de unificar la investigación. Hay que tener en cuenta que los aspectos fundamentales de cada capítulo son “los hechos, su análisis y su interpretación, presentándolos en forma de texto, cuadros, gráficos, ilustraciones, etc.” (Ander-Egg y Valle, 108).

Conclusiones: se realiza un recuento de las ideas principales tratadas en el trabajo y se expresan algunas opiniones derivadas de la reflexión y análisis del tema, las cuales pueden ser útiles para demostrar que se lograron los objetivos planteados en el inicio: “Las conclusiones constituyen las respuestas encontradas al problema planteado en la introducción” (Temporetti, citado en Fabris, 3).

Apéndices o anexos: no siempre se deben considerar en una monografía, sin embargo, son materiales de apoyo para profundizar en el tema. Los apéndices tienen la función de conceptualizar temas relacionados indirectamente con la investigación central de tal manera que la pueden complementar, mientras que los anexos son tablas, gráficas, cuadros, etc. Que respaldan algunas afirmaciones hechas en el cuerpo del trabajo (Espino Vargas y Jurado Fernández, 4).

Notas al pie: se pueden utilizar cuando es necesario añadir algún comentario, definición o dato relevante que no embona dentro del texto pero que puede servir de apoyo para el lector.

Bibliografía: se enlistan todas las fuentes de información empleadas. Es primordial poner la información completa de cada fuente de acuerdo al estilo que se esté utilizando (APA, MLA, etc.). Se recomienda organizarlas alfabéticamente.

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