Cómo reaccionaría a una persona que no es flexible
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Imagine esto: La escuela envía los horarios justo antes del inicio del nuevo año escolar. Pero después de la primera semana de clases, los horarios cambian y los estudiantes tienen que adaptarse a nuevas horas y aulas.
Algunos niños lo aceptan sin problema. Pueden imaginar dónde están sus nuevos salones de clases y cómo llegar a ellos. Preguntan a sus compañeros quién tiene el almuerzo a la misma hora que ellos. En otras palabras, no les resulta problemático encontrar otra manera de hacer las cosas.
No obstante, algunos niños tienen dificultad para hacer estos ajustes. Los cambios de horario los hacen sentirse ansiosos o enojados. Tienen dificultad para adaptarse a los cambios porque solo pueden ver un horario o una solución posible.
Estos niños tienen problemas con una habilidad clave llamada pensamiento flexible. Sus desafíos para encontrar enfoques diferentes a los problemas afecta de gran manera su aprendizaje y su vida diaria.
Conozca más acerca de la dificultad con el pensamiento flexible, y qué puede ayudar en la casa y en la escuela.
Cómo lucen los problemas con el pensamiento flexible
Los niños que tienen problemas con el pensamiento flexible podrían tener dificultades en la casa y en la escuela. Las situaciones son diferentes, pero el desafío es el mismo: Tener dificultad para ver las cosas desde diferentes ángulos o para usar distintas estrategias a la hora de resolver problemas.
Imagínese que usted va al cine y al llegar se entera de que las entradas para la película que quería ver se agotaron. Lo más probable es que se detenga a pensar en cuáles son sus opciones. Podría quedarse y ver otra película, comprar boletos para otra función y regresar más tarde, o hacer otra cosa.
Los niños con dificultades del pensamiento flexible no actúan de esa manera ante los problemas, sino que podrían quedarse paralizados y no hacer nada. O intenten la misma estrategia una y otra vez, incluso si no funciona. A menudo, se frustran y se enojan.
Esta manera rígida de pensar puede manifestarse cuando tienen conversaciones y cuando están haciendo la tarea. Los niños podrían no entender, por ejemplo, que algunas palabras tienen dos significados. O no darse cuenta de que la estrategia que usaron para resolver un tipo de problema de matemáticas puede funcionar en otro.
Los niños que tienen dificultad con el pensamiento flexible suelen quedarse atascados en una actividad o idea. Y probablemente no sepan por qué.
Estos son algunos comportamientos que usted podría observar en la casa y en la escuela:
No aceptar las ideas de otras personas.
Discutir el mismo asunto una y otra vez.
Frustrarse cuando cosas insignificantes salen mal.
Repetir los mismos errores.
No seguir nuevos horarios.
Sentirse ansiosos cuando hay cambio de planes.
Dificultad para empezar tareas nuevas y más complicadas.
Dificultad para cambiar de una actividad a otra.
Molestarse cuando otros no siguen las reglas.
Qué causa problemas con el pensamiento flexible
El pensamiento flexible es parte de un grupo de habilidades llamado la función ejecutiva. Los problemas con estas habilidades son comunes en niños con TDAH. Pero también otros niños que piensan y aprenden de manera diferente pueden tener dificultad con el pensamiento flexible y la función ejecutiva.
Una velocidad de procesamiento lenta también puede influir en la capacidad de adaptarse rápidamente y pensar en soluciones.
Cómo ayudar a los niños con el pensamiento flexible
Existen muchas maneras de ayudar a los niños que tienen problemas con el pensamiento flexible, tanto en la casa como en la escuela.
Una de ellas es dividir las tareas en partes más pequeñas. Darles esta información por adelantado puede ayudar a los niños a saber qué esperar. También les proporciona pasos específicos a seguir.
Otra manera es ayudar a los niños a planificar cómo abordarán las tareas o los problemas. Pídales que piensen en qué otra cosa podrían intentar si su primera estrategia no funcionó. Usted también puede darles ideas. Esto les demuestra que hay opciones y puede reducir la ansiedad.
Padres y maestros deberían ponerse en contacto si notan que un niño tiene dificultad con el pensamiento flexible. Juntos pueden encontrar maneras de ayudar. También pueden discutir si es necesario realizar una evaluación gratuita en la escuela. Una evaluación puede conducir a la obtención de apoyos para los niños que tienen problemas con el pensamiento flexible u otras habilidades ejecutivas. Las pruebas también pueden mostrar en qué exactamente tienen problemas los niños y en qué les va bien.
Padres y cuidadores: Descubra cómo los niños usan el pensamiento flexible para aprender.
Educadores: Conozca estrategias en el aula que pueden ayudar a los niños que tienen dificultades con la función ejecutiva.
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