¿Como quitamos el óxido de los metales?
Respuestas a la pregunta
Respuesta: Prueba sumergiendo papel aluminio en el vinagre y úsalo para cepillar el óxido del metal. Es menos abrasivo que la lana de acero (estropajo), pero funcionará para eliminar el óxido. Puedes usar vinagre normal y simplemente dejar el metal oxidado en remojo por unas 24 horas antes de enjuagarlo
Respuesta:
Para eliminar el óxido del metal hay productos caseros como el vinagre, el bicarbonato, el papel de aluminio o la coca-cola, que harán posible quitar el óxido del metal con bastante facilidad: El vinagre que mejor funciona es el vinagre blanco
PAPEL ALUMINIO:
Para ello, únicamente tienes que cortar cuadrados o tiras de papel de aluminio de unos 10 centímetros de lado, humedecerlo en agua y frotar con él sobre el metal. Inmediatamente comprobarás que el óxido va desapareciendo, es como si el papel de aluminio fuera una goma de borrar. Para terminar, limpia la pieza de metal con un trapo de algodón.
VENTAJAS DE UTILIZAR PAPEL DE ALUMINIO PARA ELIMINAR EL ÓXIDO
Las ventajas de utilizar este sistema frente a otros son las siguientes:
Se consigue eliminar el óxido con un único producto.
Debido a la maleabilidad del papel de aluminio se puede acceder fácilmente a rincones difíciles y hendiduras.
Se puede encontrar papel de aluminio fácilmente en cualquier supermercado. Además es bastante económico.
No requiere una preparación previa del metal, si bien en caso de que la pieza tenga mucho óxido se puede lijar previamente y posteriormente frotar con papel de aluminio.
Tampoco supone una agresión al metal, no lo raya ni estropea.
No requiere un gran esfuerzo, hay que frotar pero tampoco hay que emplear mucha fuerza.
Por otra parte os recomiendo que si vais a emplear este sistema para eliminar el óxido del metal utilicéis siempre guantes. Aunque no sea un método agresivo para la piel, sí que destiñe bastante y puedes terminar fácilmente con los dejos y uñas negras (como fue mi caso).
OTRAS FORMAS DE ELIMINAR EL ÓXIDO DEL METAL
Si la pieza es pequeña, puedes sumergirla en vinagre de vino blanco durante varios días. El óxido se quedará en el recipiente. Por otra parte, el refresco de cola actúa de forma similar al vinagre.
Frota el óxido con una patata sin piel a la que habrás añadido unas gotas de lavavajillas.
Espolvorea sal sobre la zona afectada y añade unas gotas de limón. Deja que haga efecto y frota con un cepillo.
Frota la zona afectada con pasta de bicarbonato (ver receta en este enlace).
También se puede eliminar por electrólisis que consiste en conectar una fuente de energía (batería o pila) a dos electrodos que se introducen en agua.