¿cómo pueden las ideas cambiar el mundo?
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Respuesta:
Las grandes ideas pueden surgir en cualquier lugar y momento. Nacieron en cuevas, aldeas, talleres y laboratorios, pero su impacto trascendió sus humildes orígenes y transformó el mundo en formas que los hombres y las mujeres que las desarrollaron no podrían haber imaginado.
Para bien o para mal, estos grandes avances del ingenio humano crearon el mundo en el que vivimos hoy en día, y sería difícil imaginar la vida sin ellos. Desde la religión, la escritura, la informática hasta los antibióticos: exploremos los orígenes de algunas de las ideas, descubrimientos e inventos más transformadores de la historia de la humanidad.
Una de las características que distingue a los humanos del reino animal es la capacidad de pensamiento abstracto: la habilidad de imaginar cosas que aún no sucedieron o cosas imposibles que nunca sucederán. Esta facultad de pensar de manera abstracta es la base de todas nuestras grandes instituciones sociales, desde la política hasta la economía y la religión.
La primera evidencia antropológica de este gran avance se encontró en 1939, en la remota cueva de Hohlenstein-Stadel (Alemania). Mientras excavaban un sitio del Paleolítico superior habitado hace 40,000 años, los arqueólogos encontraron fragmentos de una efigie de marfil extraordinaria. Este hombre-león, mitad humano y mitad animal, fue la evidencia más antigua de que los seres humanos que lo crearon podían imaginar lo imposible y hasta quizás adorar a criaturas fantásticas. Si esa interpretación es correcta, el origen de todas las grandes religiones del mundo actual se encuentra en esa humilde cueva en el sur de Alemania.
Aunque poder entrar en la habitación donde se formó una de las grandes ideas de la historia suena increíble, los visitantes de Down House (Kent, Inglaterra) pueden hacerlo. Aquí fue donde Charles Darwin vivió durante 40 años, a partir de 1842. English Heritage restauró cuidadosamente el atiborrado estudio victoriano donde desarrolló la teoría de la evolución por selección natural.
Además de los libros, archivos, especímenes y tablas de taxonomía que usó el gran científico, pueden encontrarse indicios de su excéntrica personalidad, como el espejo que acomodó para detectar visitantes no deseados a través de la ventana mientras se acercaban a la casa, o bien las ruedas que agregó a todos sus muebles para poder moverlos en su laboratorio improvisado. Fue aquí que Darwin escribió "El origen de las especies" (1859), en el cual afirmó que todas las especies se desarrollaron a través de la selección natural de pequeñas variaciones heredadas que aumentan la capacidad de un individuo para competir, sobrevivir y reproducirse.