como puede evitarse la reproduccion agricola de ucraniasi se agotaran sus suelos de ucrania
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Respuesta: Restaurar el legado agropecuario de Ucrania será crucial para que su recién elegido presidente, el multimillonario empresario Petro O. Poroshenko, tenga éxito. Esos esfuerzos requerirán recorrer un largo camino para arreglar la economía de Ucrania y reducir la dependencia de Rusia. La agricultura representó alguna vez casi 20 por ciento del producto interno bruto; hoy es aproximadamente 10 por ciento.
El potencial quedó claro el año pasado, cuando una fuerte cosecha ayudó a Ucrania a evitar una caída en la producción. "Fue solo gracias a la agricultura", notó Pavlo Sheremeta, el ministro de desarrollo económico de Ucrania. "De otra forma, habría sido un descenso".
Contra el telón de fondo de la crisis con Rusia, los intereses occidentales defienden el cambio. La Unión Europea avanza con un plan para reforzar el comercio, levantando los aranceles sobre la agricultura ucraniana. Como parte de un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional de hasta 18 mil millones de dólares en préstamos, el gobierno ucraniano debe empujar las reformas empresariales que ayudarían a aliviar los problemas en la agricultura y otros negocios.
La esperanza es que tales iniciativas también refuercen la confianza en los inversionistas extranjeros, conforme se aminora la crisis. Las grandes multinacionales han expresado un interés tentativo en la agricultura ucraniana, pero han permanecido, en gran medida, al margen, poco dispuestas a invertir en un sector obstaculizado por las deficiencias estructurales y, más recientemente, por la incertidumbre con sus vecinos orientales.
"Si llega capital barato junto con la inversión extranjera, y tienes un buen gobierno sin barreras, Ucrania puede cerrar a doble su producción en el futuro", señaló Roman Fedorowicz, un ucraniano estadounidense que regresó hace años y ahora opera una compañía agrícola que cultiva, principalmente, maíz, girasoles y frijol de soya.
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LOS OBSTÁCULOS QUE ENFRENTA
Hasta las pequeñas mejoras marcarían una gran diferencia en un sector altamente ineficiente, necesitado de dinero. Mientras que se considera que aproximadamente 70 por ciento de la tierra de Ucrania es apta para la agricultura, no se ha cultivado totalmente. La producción por hectárea de grano del país es de alrededor de la mitad de la de Estados Unidos, de acuerdo con el Banco Mundial.
El cambio no se dará con facilidad dados los desafíos. Gobiernos anteriores trataron de restringir las cosechas que cultivaban los campesinos, determinar las rotaciones de cultivos y limitar las exportaciones. Algunos inspectores gubernamentales ni siquiera tienen coche para hacer las inspecciones en el sitio, así es que los campesinos deben llevarles el grano antes de embarcarlo.
También está prohibida la venta de las tierras de cultivo en Ucrania, un legado de su pasado comunista. Así es que los campos siguen divididos "como tableros de ajedrez", dijo Georgii Vaidanich, un gerente de tierras en Agrokultura, una compañía agrícola con sede en Estocolmo, que renta 70 mil 10 hectáreas en muchas aldeas como Zibolky. "Por el momento, tenemos 40 mil terratenientes activos", señaló Vaidanich. "¡Cuarenta mil!".
Para empeorar las cosas, los trámites son costosos y muchos aldeanos nunca heredan oficialmente la tierra de labranza a la muerte de sus padres. "Hay incertidumbre en cuanto a cómo cultivar esta tierra porque tenemos las almas muertas en mitad de nuestros campos", dijo Vaidanich, en referencia a Nikolái Gógol, cuyo clásico del siglo XIX, "Las almas muertas", es una lectura obligatoria en la escuela en este país.
ALTOS INTERESES
Mientras se intensifica la crisis en el este, la vida en el oeste agrícola sigue siendo la misma.
Un camino de terracería a caballo entre campos cultivados lleva hasta esta aldea, con baches tan profundos que los conductores zigzaguean al pasarse unos a otros. Hay carretas tiradas por caballos, gallos que cacarean, ancianas con pañuelos y una iglesia pintada de verde claro, rematada con chapiteles bulbosos.
Son pocos los que se sienten nostálgicos por Moscú en esta zona pro europea de Ucrania. No obstante, Oleg Gusak, el jefe del consejo aldeano, dijo que la vida no ha mejorado. "Cuando éramos un colectivo, era mejor el nivel de vida", señaló, explicando que alguna vez había sido una operación grande, que cosechaba cultivos, tenía ganado, y producía ropa, muebles y mermeladas.