Como podrías evitar las ocasiones de pecado
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Conocer a Dios.
Explicación:
Cuando conoces la palabra de Dios, él te ayuda a ser mejor cada día, para que evites pecar, te aleja del diablo.
Respuesta:
Conocerme
Dios conoce lo más profundo de nuestro ser, es Él quién lo ha modelado con sus propias manos –San Agustín
Al principio, la tentación es algo innovador, pero sabemos que llega un punto en el que nuestras confesiones se vuelven rutinarias, es decir, cometemos los mimos errores. Esto no quiere decir que “busquemos más oferta de pecado”, no, el mensaje es: conócete. Asó como en los retos Dios nos conoce a la perfección y sabe con qué podemos vivir, así también es importante mirarnos a nosotros. Si sabes cuáles son tus mayores debilidades podrás saber en cuáles debes trabajar, ya sea que me gusta comer de más, si el sexo desordenado me apodera, suelo tender a criticar o a ofender a mis cercanos. Si nos conocemos sabremos cuáles herramientas son específicas para las tentaciones que más nos asechan.
Reconocer que el pecado existe
“El pecado de este siglo es la pérdida del sentido del pecado”. SS Pío XII
El famoso “YOLO” nos ha cegado, haciéndonos creer que sólo tenemos esta vida, y debemos vivir de todo. Si bien, no vamos a reencarnar, nuestras acciones si repercuten no sólo en esta vida, si no en la vida futura( vida Eterna). El mal está ahí, nos asecha, podemos ser más fuerte que él, claro ésta, pero sólo reconociendo al enemigo es que podremos vencerlo, si creemos que nada es malo, no podremos luchar.
Darle prioridad a Dios
“El pecado es preferir el gusto de un instante a la amistad con Dios.” (San Alberto Hurtado)
El pecado puede avecinarse con facilidad cuando nuestra mente está pensando en todo menos en Dios, al mostrarnos inquietantes por las preocupaciones del mundo, o cuando sólo queremos divertirnos. No se trata de ser personas aburridas, sino de saber encontrar la diversión de manera sana. Saber que para todo hay momentos y no aplazar los momentos con Dios nos ayudará a crear una voluntad sana que nos permita tener una constante formación para acercarnos a Él. Las relaciones prematrimoniales, se dan continuamente puesto que la pareja cede ante un placer que durará sólo unos momentos, sin embargo, cuando la pareja decide la castidad, el placer, no sólo de hacer lo correcto, sino de sabernos fuertes y en su momento el inmenso placer del acto, le ayuda a su crecimiento como personas y como pareja para ser fuertes en otros aspectos tales como la fidelidad o afrontar problemas económicos. Así mismo, en otros aspectos de la tentación, si sabemos que hay cosas más grandes que lo que en ese momento pueda parecer espectacular, podemos evitar pecar.
Saber buscar a Dios
Nosotros pecamos cuando buscamos a Dios donde no se le puede encontrar. Juan Pablo II
Para comenzar con esta afirmación, quiero aclarar que no queremos decir que
Dios sólo este en la Iglesia, si bien este es su hogar, no se anida y encierra en él. Lo que queremos decir es que existen ambientes pertinentes para hacer oración, sí, pero también, debemos aprender a notar si el contexto en el que nos involucramos es favorable para nuestro crecimiento humano y cristiano. A esto se le une el conocernos; por ejemplo si sabemos que somos fuertes para evitar caer en el alcoholismo extremo, evitaremos el alcoholismo social. Si ya sé que cierta persona me es irresistible, evito un contacto íntimo que pueda llevarme a una infidelidad. Además cuando estamos en lugares con personas que reman hacia el mismo lado, ellos nos ayudan a acercarnos al bien, bien dicen algunos, no hay mejor tesoro que amigos que te llevan a Dios.
Tener deseo de ser mejor
Si vuestro ojo es simple todo vuestro cuerpo lo será. San Francisco de Sales
Si no nos conformamos con lo que ya somos, si hemos comprado aquel “Yo no robo, no mato; soy bueno” estamos perdidos, pero si por otro lado, sabemos reconocer la bondad interior claro, pero también somos conscientes que tenemos debilidad hacia lo protervo y queremos cambiar lo perverso por el amor, entonces ya hemos avanzado. Ahora que ya sabemos quiénes somos y que el mal está ahí, ya estamos subiendo y tenemos el firme propósito de no bajar de ahí.
Explicación: