¿Cómo podría el sistema económico liberal mejorar el aspecto negativo de cada una de las transformaciones sociales?
Respuestas a la pregunta
Subyacentes a las nuevas políticas del Estado de bienestar, tenemos los asuntos clave de la viabilidad económica y la competitividad. La viabilidad económica refleja la brecha entre lo que los ciudadanos están dispuestos a pagar en forma de impuestos y los servicios que esperan recibir. Los votantes exigen unos servicios públicos al estilo sueco y unos impuestos al estilo estadounidense. Un rasgo común de los electorados democráticos es la creciente resistencia a pagar unos impuestos elevados a medida que arraiga la cultura consumista individualista. Esta presión amenaza constantemente con reducir la base imponible debido a la voluntad de los partidos políticos de competir en la búsqueda de unos menores impuestos sobre la gente y las empresas. Este es un problema mucho mayor que los de la elusión y la evasión de impuestos, aunque estos también desempeñan un papel importante, y en el caso de muchas compañías transnacionales la capacidad de evitar pagar impuestos en unos regímenes con una fiscalidad elevada está incorporada en sus estrategias empresariales. Si estas presiones no pueden ser contrarrestadas, se producirá una deriva irresistible hacia un régimen de impuestos bajos que elimine gradualmente la progresividad del sistema impositivo mediante el desplazamiento hacia unos tipos fijos en términos absolutos o proporcionales, además de eliminar por completo algunos impuestos, como por ejemplo el de sucesiones. El resultado final es, en el mejor de los casos, un Estado de bienestar residual, ya que entonces el Estado pierde la capacidad de subvencionar nada más.
Respuesta:
El liberalismo económico es una doctrina que señala que la mejor forma de alcanzar el desarrollo económico y la eficiencia en la asignación de los recursos es a través de un mercado libre sin la intervención del Estado (regulaciones, impuestos, etc.)
El liberalismo económico tiene sus orígenes en el siglo XVIII como una respuesta a los privilegios de la nobleza, que poco aportaban a la sociedad, y al mercantilismo, que defendía la intervención intensiva del Estado en la economía.
De acuerdo al liberalismo económico, las fuerzas de oferta y demanda son la que de forma natural, nos llevarán a un equilibrio en donde los precios reflejan la escasez relativa de los bienes y se produce una asignación de recursos eficiente. Al mismo tiempo, la libre iniciativa de personas o empresas y la búsqueda de rentas impulsan el crecimiento económico.
Explicación: