Informática, pregunta formulada por jordanovbasa, hace 6 meses

como podemos contribuir a tener un pais mas justo ayudaaa es para hoy

Respuestas a la pregunta

Contestado por jmariamr20
1

Respuesta:

siendo justos y cumplir con la ley

Contestado por silvananohelyas
0

Respuesta:

En dos semanas viviremos la Navidad, un momento para darnos el espacio de escucharnos y descubrir cómo, desde nuestra particular vereda, contribuir a un país más equitativo, más empático.

“Chile despertó”, “La primavera de Chile”, “Revolución de los 30 pesos”, “Revuelta de octubre” y “Evade” son sólo algunas de las etiquetas que se han puesto a una serie de protestas y manifestaciones que se iniciaron en octubre pasado y que siguen con fuerza. En medio de una enorme cantidad de chilenos disconformes con un sistema institucional económico, político y social, hemos visto cómo se ven exacerbadas posiciones que enfrentan tanto a desconocidos, como compañeros de trabajo o estudio, e incluso amigos y familiares.

Cada uno mantiene una mirada, los “reclamos” son diversos, porque son muchas las voces y porque nuestro diario vivir se ha visto afectado. Necesitamos vernos unos a otros, escucharnos, comprendernos para avanzar y no quedarnos estancados en el conflicto. Especialmente, cuando estamos próximos a las celebraciones de fin de año que debieran reunirnos para compartir y reflexionar.

Para entender un poco más el significado de este proceso, conversamos con dos especialistas. La sicóloga Johanna Narr comenta que esta crisis se relaciona con una situación de larga data. “Lo que está pasando en Chile, de alguna manera, viene pasando dentro de nosotros y doy fe de eso, porque lo veo a diario en consulta. Desde hace años venían naciendo dentro de nosotros, en mayor o menor medida, emociones como la desesperanza, la rabia contenida, el sinsentido…. el no entender la razón de la vida, y todo esto actuó en nuestro ‘sistema’ con una respuesta de negar, reprimir, ocultar y aprender a anestesiarse día a día para no sentir el dolor que nos producía el vivir de esta manera”, sostiene.

Para la profesional, la rabia, la agresividad y el miedo son los sentimientos que han marcado estos momentos. “En una cultura donde se analoga la rabia con la agresividad, aparece el miedo. Y tenemos historia reciente relacionada al miedo. No nos han enseñado que la rabia se puede (y debe) sacar con herramientas alternativas a la violencia. Nuestro modelo de enseñanza es violento; en la cultura, en las poblaciones, en las escuelas y en las casas. Es jerárquico, haciendo entender que hay personas que valen más que otras según factores externos”, explica.

Para Narr, la explosión también implica un espacio que nos permite sanar. “En el minuto en que la rabia ya no puede ser más contenida, porque nos está matando a través de enfermedades físicas y sicológicas, el sistema no lo aguanta y todo explota. Eso es sano, es necesario y está pasando en ti, en mí, en todas las personas que estamos viviendo esta lucha en Chile, a nivel personal y colectivo. Para realmente entregar un aporte, debemos antes sanar. Si lográramos ver que todo esto también pasa en nosotros mismos, y si fuéramos capaces de identificarnos con las emociones de todos los actores, no sólo los de mi círculo, tendríamos que preguntarnos en qué se parece este estallido social a lo que estoy viviendo en mi mundo interno: ‘¿En qué momentos no me escucho? ¿En qué momentos me abandono a mí mismo?’”.

Hay una palabra que hemos oído reiteradamente las últimas semanas: empatía. Reconozcamos que, a partir de ese modelo que considera a algunos privilegiados por sobre el resto, los chilenos no han visto al otro como un igual. Lo difícil es que, con el estallido, mientras más polarización vemos, más lejos estamos de empatizar con ese otro. ¿Lo estamos haciendo? ¿Estoy realmente escuchando y comprendiendo a otro que piensa totalmente opuesto a lo que creo? Todos, desde nuestro espacio, podemos contribuir con algo, escuchando al otro. ¿Qué necesitamos para empatizar con ese otro distinto a mí?

Paula Luengo, investigadora del Centro de Estudios de Conflicto y Cohesión Social (Coes), y académica de Sicología de la UC, antes de intentar conectar con el punto de vista de quien piensa diferente a uno, lo importante es conectar con el estado de ánimo del otro, con cómo se siente ese otro. “Esto ayudará a tratar de ‘comprender’ sus ideas y visiones. Para el diálogo, antes que nada debemos practicar el silencio, la comunicación libre y consciente de prejuicios y libre de intenciones de poder, practicar el sano disenso sin ‘peros’. ‘Tú piensas así, pero yo pienso de esta otra manera’. Preguntarse constantemente lo que tengo en común con el otro que piensa distinto y valorarlo”.

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