¿cómo podemos conservar nuestra biodiversidad para aprovecharla en la protección de nuestra salud?.
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Nunca compres animales silvestres como mascotas. Los animales silvestres deben vivir en libertad. En sus hábitats naturales encuentran todo lo que necesitan para subsistir y reproducirse. Recuerda que tu casa, no es su casa.
No extraigas plantas de las áreas naturales, pues será muy difícil que logren sobrevivir fuera de su ambiente natural. Además, estarás contribuyendo a alterar el equilibrio ecológico de esos espacios.
Nunca liberes animales domésticos en áreas silvestres, así como tampoco plantes árboles ajenos a sus áreas de origen. Las posibilidades de estos árboles para sobrevivir son muy bajas, y si llegasen a prosperar, se comportarían como especies exóticas que pudieran desplazar a las autóctonas. Cuando vayas a un áreas natural, respeta la paz y tranquilidad de esos ambientes. Evita generar ruidos, extraer materiales vivos o muertos, o contaminar esos espacios.
No toques los nidos de las aves, tortugas, cocodrilos u otros animales, ni tampoco sus crías. Podrían ser abandonados por sus padres y morirán, al percibir el contacto que tuviste con ellos.
Al manejar en carreteras en áreas naturales, hazlo con cuidado para no atropellar a algún animal que pueda usar la vía como corredor natural. Anualmente mueren millones de animales al transitar libremente por áreas que siempre fueron sus hábitats, y hoy se encuentran interrumpidas por infraestructuras humanas.
Evita hacer fogatas en ambientes naturales. No solo estarás contribuyendo con el cambio climático, sino que pudiera perderse control del fuego, ocasionando incendios que destruyen los ecosistemas naturales.
Al visitar zoológicos o acuarios, asegúrate que los animales estén bien cuidados, y que cuenten con espacios limpios y cuidados para que puedan vivir como merecen. Los buenos zoológicos o acuarios poseen instalaciones amplias, animales libres y desarrollan programas para garantizar su supervivencia, incluyendo programas de reproducción, reintroducción en sus ambientes naturales y educación ambiental especializada.
Al visitar jardines botánicos, asegúrate que las colecciones de plantas estén bien cuidadas, con planes y programas que garanticen su reproducción y reintroducción cuando fuese necesario. Asimismo, un buen jardín botánico incluye herbarios debidamente organizados y catalogados, para la consulta especializada.
No utilices semillas de especies exóticas en tu casa o jardín, pues sin querer, estarás promoviendo su dispersión y, por tanto, haciendo crecer especies no autóctonas que pueden convertirse en invasoras, afectando a las especies locales.
Si encuentras animales silvestres enfermos o atropellados, avisa a las autoridades locales, para que actúen a la mayor brevedad. Evita adoptarlos, pues los animales silvestres no son buenas mascotas. En todo caso, pide ayuda a un veterinario especializado en vida silvestre o a un zoológico cercano, que pueda ayudar a rehabilitarlo para devolverlo a su hogar.
A a la hora de comprar artículos muebles o demás materiales elaborados con madera, asegúrate que provenga de plantaciones sustentables, debidamente certificadas. Existen varios sellos internacionales como el del FSC, que reconocen su procedencia amigable con el ambiente.
Prefiere productos orgánicos, producidos con bajo uso de plaguicidas y fertilizantes. Asimismo, opta por consumir productos locales, que sean producidos con estrictos criterios de sustentabilidad.
Adopta un árbol, jardín o área verde local. Puedes ponerte de acuerdo con amigos y familiares, para apoyar la conservación de la biodiversidad de tu zona.
Infórmate sobre las especies de animales, plantas u hongos característicos de tu región. Siempre es valioso conocer las especies locales, sus variedades y necesidades de conservaciób.
Participa en actividades de voluntariado con asociaciones civiles, ONG, empresas o gobiernos que promuevan la protección y el cuidado de la biodiversidad. También puedes hacerte miembro de Vitalis.