como nacio el culto de la difunda correa?
*dime como, no me cuentes la historia sacada de google :/*
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
La devoción por Deolinda Correa se extendió al sur de Argentina (Provincias de Chubut y Santa Cruz) producto de la oleada de familias del norte atraídas por el auge de la industria petrolera.
Respuesta:
La Difunta Correa, hoy santa devoción y diosa milagrosa, ayer una simple mujer pobre y
enamorada.
Es el año 1835 y la patria golpea la puerta. Las guerras entre federales y unitarios se
llevan campesinos y cosechas. El mismísimo “Tigre de los Llanos”, Facundo Quiroga,
viaja a San Juan y en el camino recluta indistintamente a criollos e indígenas. Clemente
Bustos está enfermo pero para la guerra, como para dios, son todos iguales.
En esta aldea de Tama, en la provincia de La Rioja, Deolinda Correa suplica clemencia,
pero la guerra es sorda. Deolinda no puede dejar que su marido muera enfermo ni
puede soportar un hijo huérfano. Recoge a su bebé recién nacido, unas cuantas, más
bien pocas, provisiones de pan y agua. Se aleja del pueblo por última vez.
María Antonia Deolinda Correa persigue las huellas de su dolor por los desiertos
cuyanos de argentina. Pasan los días pero el desconsuelo queda. Las lágrimas se
secan y el agua se acaba. Donde hubo pan solo hay hambre. El horizonte se extiende
interminablemente a medida que ella avanza. El sol abrasa y las noches hielan. La
estoica mujer no parece alcanzar la frontera de La Rioja pero llega al límite de sus
fuerzas.
Cuando se deja caer en la cima de un pequeño cerro está por pasar de mujer a santa.
Se acobija debajo de un algarrobo y con las últimas fuerzas que le quedan estrecha al
bebé contra su pecho. Deolinda no fue a la guerra pero la guerra ha terminado con ella.
Primero vienen los pájaros carroñeros y unos arrieros del lugar vienen después. Don
Orihuela, don Ávila y don Romero encuentran a la mujer muerta y al bebé vivo tomando
del pecho. La muerte dando vida, es un milagro. Los arrieros son vecinos de Malazán y
conocen a Deolinda, la entierran en la cuesta de Sierra Pie de Palo, cerca del
cementerio de Vallecito.
La historia se difunde y llega más lejos de lo que pudo llegar Deolinda. Los lugareños
peregrinan hasta la tumba de la milagrosa Difunta Correa. Construyen un santuario
donde hacen ofrendas y piden milagros. Deolinda Correa murió implorando por su
marido y la Difunta Correa vive escuchando ruegos.
Explicación: es la historia completa!