¿Cómo muestra Hesíodo la situación de los campesinos?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
n todas las mitologías existen diferentes tipos de mitos sobre la creación. Hoy queremos hablaros del de Hesíodo, un poeta de la Antigua Grecia cuya datación está en torno al año 700 a.C.
Según Hesíodo, al principio, antes que nada, sólo existía el Caos. Tras este periodo indeterminado, emergería Gea, la tierra, directamente de las profundidades del Tártaro.
Del Caos nacería Erebo, la oscuridad, y Nix, la noche, que juntos, engendrarían a Eter, la luz, y Hemera, el día.
Gracias a la luz del día, Gea cobraría personalidad. No obstante, como no pudo unirse a Caos, comenzaría en sus inicios a engendrar sola. Así, mientras dormía plácidamente, surgiría Urano (el cielo estrellado), un ser que la igualaría en extensión con el único fin de cubrirla y convertirse además en una morada segura y eterna para los dioses.
Gea también engendraría las montañas, lugar en el que se esconderían las Ninfas, además, estas montañas estarían pobladas de frondosos bosques.
Urano derramo sobre su madre una lluvia fértil, haciendo así que en toda ella surgieran brotes de hierbas, flores, árboles y con ello, todos los animales y aves. Además, esa lluvia sería la encargada de crear los ríos y llenar así los huecos de su morfología con lagos y mares.
Yaciendo con su propio hijo, Gea daría a luz a los Titanes, Océano, Ceo, Crío, Hiperión, Cronos; y Titánidas: Temis, Rea, Tetis, Tea, Mnemosine y Febe. De todos ellos nacerían los demás dioses y hombres.
Explicación:
Los campesinos más acomodados experimentaron una clara mejoría en su situación económica derivada del auge agrícola de la centuria y del alza de los precios del trigo al menos hasta la década de los años setenta. Pero los campesinos no propietarios muy pobres no mejoraron nada porque aunque sí subieron los salarios no lo hicieron en la misma proporción que los precios. Así pues, el enriquecimiento de unos se sustentaba en el empobrecimiento de la mayoría. La situación se agravaba en las periódicas crisis de subsistencia cuando la producción agrícola disminuía por las malas cosechas y los precios se disparaban. El hambre elevaba las tasas de mortalidad. Por fin, el pequeño propietario aunque tenía una situación mejor que la del jornalero, tampoco mejoró mucho en este siglo, ya que no generaba los suficientes excedentes en los años buenos para poder vender en los años de crisis cuando los precios se elevaban considerablemente. También sufría los años de buenas cosechas, ya que los precios descendían y caían los beneficios.