¿Cómo modificaron las reformas liberales la relación de la Iglesia con la educación?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Con relación al campo educativo, comenzó a agitarse en 1933 la idea de establecer el socialismo como doctrina de la educación, Después de intensos debates
Respuesta:
LA IGLESIA FRENTE A LAS REFORMAS EDUCATIVAS DE LOS ANOS TREINTA
EN MEXICO Y COLOMBIA
“El gobierno tiene una frase consagrada para justificar sus actuaciones. ‘Hay que
desfanatizar a este pueblo’. Y por desfanatizar entiende arrebatar a Cristo de la escuela,
paganizar la juventud, corromper con la escuela mixta, las lecturas procaces, las láminas
indecentes. Y cuando a un pueblo se le quita el freno de la religión y se le educa en el
materialismo crudo, no hay que esperar más que una generación de asesinos e
incendiarios”104.
Asi se expresaba el periódico Veritas, con relación a las reformas educativas que
pretendió llevar a cabo el gobierno del presidente Alfonso López Pumarejo, durante su
primera administración (1934-1938), una de las pocas que, al decir de Gerardo Molina, no
constituye como la mayoría de las que hemos tenido, polvo de la historia105.
Sin embargo, este gobierno de López Pumarejo, no era un experimento aislado sino
que correspondía a algo que fue característico de la década del 30 en algunos países
latinoamericanos: el surgimiento de fuerzas económicas y políticas, básica pero no
exclusivamente, como respuesta a la crisis capitalista de 1929, crisis que puso en duda la
vigencia del modelo agroexportador en los citados países. Fue entonces cuando se
pretendió hacer un “desarrollo hacia adentro”, con el fin de lograr un Estado Nacional
fuerte, la independencia del comercio exterior y el desarrollo autosostenido.
Dentro del anterior contexto, el Estado asumió prácticamente la función de director de
los procesos económicos y sociales.
En el caso de Colombia, el Liberalismo, partido de gobierno, se comprometió en su
programa de 1935, a hacer un gobierno con intervención de estado no solamente para
“realizar la igualdad ante la ley, sino (para) asegurar la igualdad ante la vida”. También
declaraba su carácter revolucionario, entendida la revolución como “la creación de un
orden nuevo” y reconocía al trabajo “como fuente primordial de la propiedad privada”106.
Muchos se asustaron por estas políticas intervencionistas, creyendo que el socialismo
había llegado al poder. La cuestión tomaba más seriedad ya que, en México por ejemplo,
el gobierno trató de imponer el marxismo con su doctrina de la lucha de clases, como
doctrina oficial de la educación pública.
Y en Colombia, el partido de gobierno llegó a afirmar que para obtener un mayor nivel
cultural de las masas era necesario “modificar los modos de producción actuales y
alcanzar previamente formas superiores y más variadas de trabajo”107.
Pero no había tal socialismo en el poder. Eran gobiernos intervencionistas, con
carácter reformista. Y este intervencionismo estatal, surgió como respuesta a las crisis
constantes y progresivas del liberalismo lesseferiano, al no aparecer por ninguna parte, la
“mano invisible” que debía regular el proceso económico.