como me comprometo con la verdad (los diez mandamientos, el decálogo de vida)
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
No las labres de cantería: Si un altar era hecho de piedra, era posible de que se le diera la atención, y muy posiblemente la gloria, al que haya labrado la piedra. Dios, en Su altar, no compartiría la gloria con ningún hombre – lo bello y atractivo sería solamente encontrado en la provisión de Dios, y no en una exhibición carnal.
i. Porque si alzares herramienta sobre él, lo profanarás: “No la pulas. Igual que en la predicación (1 Corintios 2:4-5). Algunos pueden todo, por la exageración.” (Trapp)
e. No subirás por gradas: Dios no quería ninguna exhibición de carne humana en Su lugar de sacrificio. Las gradas podría hacer que la pierna de un sacerdote estuviera a la vista. Dios no quiere ver nuestra carne en la adoración.
i. Lo que Dios si quiere de nosotros durante la adoración lo vemos en la declaración de Jesús en Juan 4:24: Dios es Espíritu; y los que le adoran, en espíritu y en verdad es necesario que adoren. Dios quiere una adoración que este caracterizada por el Espíritu (opuesto a la carne) y verdad (opuesto a la decepción o sentimentalismo).
ii. “Después, cuando se permitió construir gradas a los altares (Levíticos 9:22; Ezequiel 43:13-17), se les instruyó a los sacerdotes que utilizaran calzoncillos de lino (Éxodo 28:40-42; Ezequiel 44:18).” (Kaiser)