¿cómo manejo Simón Bolívar sus Emociones desde la niñez hasta su etapa adulta?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
por educacion y aprender a vivir solo
Respuesta:
Explicación:Los primeros años de vida del niño constituyen
un periodo importante de desarrollo y evolución. Durante este se estructuran y afianzan elementos fundamentales para el desarrollo de la personalidad, que, de
una u otra manera, se verán reflejados en los procesos
de socialización.
Uno de estos elementos fundamentales corresponde al autoconcepto infantil, el cual, en términos generales, es entendido como “una representación interna
y cognitiva que el sujeto tiene en una serie de dimensiones” (Broc, 2000, p. 124). Desde otro punto de vista, se
define como la valoración global que incorpora todas
las formas de autoconocimiento y de sentimientos de
evaluación de sí mismo, y que supone la elección de un
determinado modo de comportamiento ante unas circunstancias específicas (Santana, Feliciano & Jiménez,
2009), en un rango que puede ir desde lo positivo hasta
lo negativo (Craig & Dunn, 2007, p. 64).
En esa misma línea de análisis, se entiende el autoconcepto como “la estructuración de esquemas mentales, que le permite a los sujetos tener un conocimiento
muy articulado de sí mismos, de sus destrezas y debilidades, sus logros y fracasos, sus preferencias, sus formas de
actuar, y, por tanto, como una forma muy particular de
representar su realidad en interacción con otras verdades ya legitimadas” (Amar, 1998).
De esta forma, el desarrollo del autoconcepto
depende de los tipos de experiencias percibidas como
negativas o positivas y de diversos factores tales como
biológicos, psicológicos y socioculturales (Pereira, 2009).
Está mediado por variables de tipo social, madurativo y
de personalidad, y va evolucionando desde una regulación ejercida externamente, hasta un proceso de autorregulación que le permite al niño adquirir un sentido
de confianza en sí mismo, de autocontrol sobre la vida
y sentimientos propios que lo preparan para la toma de
decisiones y solución de problemas (Mestre, Samper &
Pérez, 2001).
De este modo, el autoconcepto se concibe como
“el resultado de un proceso activo de construcción, desarrollado a lo largo de toda su vida” (Franco, C. 2006),
que va ligado al desarrollo de la habilidad de percibir e
interpretar las actitudes que comunican los otros en el
proceso de interacción social; siendo mayor el impacto
que ejercen las personas emocionalmente significativas –la familia, el grupo de iguales y profesores– en su
contribución al enriquecimiento y desarrollo del autoconcepto (Broc, 2000; García Caneiro, 2003, citado por
Santana, Feliciano & Jiménez, 2009).
Se acentúa en los aportes teóricos, el papel que
cumple el entorno social en la formación del autoconcepto (Bednar, Well & Peterson, 1989; Bandura, 1986,
citados por Mestre, Samper & Pérez, 2001) y se resalta
la importancia de la familia y la escuela en el desarrollo
emocional y socioafectivo del niño, ya que a partir de
las relaciones sociales, las responsabilidades familiares y
los logros y fracasos en las tareas académicas, se ofrece
la retroalimentación necesaria para la configuración del
autoconcepto.