¿Cómo lucharon las mujeres por el cambio durante la Revolución Industrial?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Mujeres en el mundo laboral
La igualdad entre hombres y mujeres en el trabajo sigue siendo uno de los grandes retos de nuestra sociedad
El cartel de Rosie la Remachadora fue creado para animar a las mujeres a trabajar en las fábricas durante la guerra y acabó convirtiéndose en un icono feminista.
A lo largo de la historia, a las mujeres siempre se les ha dado un rol tradicional en el hogar: hacer las tareas de la casa, cocinar y limpiar, cuidar de los niños, tener lista la cena para cuando el marido llega de trabajar…
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A finales del siglo XVIII, con la Revolución Industrial, las mujeres empezaron a incorporarse en el mundo laboral. Sin embargo, no tenían las mismas condiciones: cobraban menos que los hombres y no tenían los mismos derechos laborales.
La lucha por la igualdad en el mundo laboral fue uno de los motivos que originaron el Día de la Mujer.
A principios del siglo XIX, la Conferencia Internacional de Mujeres Socialistas reclamaba el derecho a voto para las mujeres, mientras las trabajadoras de las fábricas de Estados Unidos se declaraban en huelga para conseguir mejoras laborales.
Nosotras podemos
A mediados del siglo pasado, cada vez trabajaban más mujeres en las fábricas, sobre todo a causa de los conflictos bélicos. Durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial, los hombres fueron a luchar al campo de batalla y las mujeres les sustituyeron en las fábricas para no perder la producción.
El famoso cartel “We can do it” [Nosotras podemos] fue creado en Estados Unidos durante la Segunda Guerra Mundial (1939-1945) para levantar el ánimo de la población.
Las mujeres jugaron un papel fundamental para mantener el país en marcha: ocuparon el lugar de los hombres en las fábricas y consiguieron que la economía no se derrumbara.
El cartel muestra a una mujer con el mono de trabajo, levantando su brazo como símbolo de fuerza y poder de las trabajadoras. En la década de 1980, el cartel se convirtió en un símbolo del movimiento feminista.
El techo de cristal en el trabajo
Dentro del movimiento feminista, el “techo de cristal” es una metáfora para explicar la situación de desigualdad de las mujeres en diferentes ámbitos.
Se utiliza esta expresión porque se trata de barreras invisibles, que aparentemente no existen o nadie quiere admitir, pero que acaban perjudicando a las mujeres en su carrera profesional y en su vida personal.
En el mundo laboral, las mujeres cobran menos que sus colegas hombres a pesar de ocupar el mismo cargo y tener la misma responsabilidad. Además, según datos de Naciones Unidas, menos de una tercera parte de los puestos directivos están ocupados por mujeres.
La situación de desigualdad empeora en los países con menos recursos, donde las mujeres tienen un acceso a la educación más limitado.
Explicación: