¿CÓMO LOGRÓ GUILLERMO SABER DÓNDE ESTABA EL CABALLO DEL ABAD?
Respuestas a la pregunta
.– Os lo agradezco, señor cillerero –respondió cordialmente mi maestro–, y aprecio aún más vuestra cortesía porque para saludarme habéis interrumpido la persecución. Pero no temáis, el caballo ha pasado por aquí y ha tomado el sendero de la derecha. No podrá ir muy lejos, porque, al llegar al estercolero tendrá que detenerse. Es demasiado inteligente para arrojarse por la pendiente…
– ¿Cuándo lo habéis visto? –preguntó el cillerero.
– ¿Verlo? No lo hemos visto, ¿verdad, Adso? –dijo Guillermo volviéndose hacia mí con expresión divertida–. Pero si buscáis a Brunello, el animal sólo puede estar donde yo os he dicho.
El cillerero vaciló. Miró a Guillermo, después al sendero, y, por último, preguntó:
–¿Brunello? ¿Cómo sabéis …?
–¡Vamos! –dijo Guillermo–. Es evidente que estáis buscando a Brunello, el caballo preferido del Abad, el mejor corcel de vuestra cuadra, pelo negro, cinco pies de alzada, cola elegante, cascos pequeños y redondos pero de galope bastante regular, cabeza pequeña, orejas finas, ojos grandes. Se ha ido por la derecha, os digo, y, en cualquier caso, apresuraos.
El cillerero, tras un momento de vacilación, hizo un signo a los suyos y se lanzó por el sendero de la derecha, mientras nuestros mulos reiniciaban la ascensión.
Fragmento de El nombre de la rosa, de Umberto Eco.
El nombre de la rosa es un libro apasionante, una mezcla entre novela gótica, medieval y detectivesca. La historia nos acerca a las investigaciones del monje franciscano Guillermo de Baskerville, el cual intentará averiguar qué ha pasado con ciertos monjes muertos o desaparecidos en una antigua abadía benedictina, y todo esto en el año 1327, en pleno debate teológico sobre si la santa iglesia debía ser pobre o rica.
Durante esta aventura, el novicio de origen germánico Adso será su amigo, acompañante y confidente. Umberto Eco nos dejó toques de genialidad en este libro escrito hace treinta y cinco años, donde el debate también toca a la esencia misma de la ciencia: el método hipotético-deductivo.
Pero, ¿por qué os estoy hablando hoy de este libro? En el fragmento que da comienzo a este artículo podemos ver un momento descrito en el libro, donde fray Gruillermo, sin haber visto al caballo, describe frente a un monje que lo anda buscando su dirección, sentido, forma física y, sorprendentemente, hasta su nombre. ¿Qué es lo que ha pasado aquí?, ¿tiene Guillermo algún poder mágico? No, pero a lo largo del libro nuestro protagonista utiliza una suerte de método hipotético-deductivo para lograr entender todo lo que ocurre.
Explicación:
espero sirva de algo fue lo único que encontré