¿Cómo lograron hacer frente a estos retos
Respuestas a la pregunta
Respuesta
Retos...
1. Alimentos saludables:
Todo indica que los consumidores están comenzando a comprar alimentos saludables. Esto al menos en los países desarrollados. Pero se espera que en las próximas décadas la tendencia alcance también a los países en vías de desarrollo. Es por esto que la trazabilidad agrícola está a la alza. Será fundamental saber de dónde procede un producto agrícola.
2. Variedad alimentaria:
Hay un grupo de cultivos que se producen en grandes cantidades a nivel mundial: maíz, trigo, arroz, papa, yuca, soya, camote, sorgo, ñame, plátano, jitomate y quizá otra docena de cultivos. Se trata de cultivos que son clave para la alimentación mundial, pero que también están propiciando la desaparición de otros cultivos con menor popularidad.
La Food and Agriculture Organization (FAO) ha emitido comunicados en los que indica que la diversidad genética mundial está en declive, resultado de la globalización de la agricultura. Es decir, cada vez se produce en mayor cantidad pero con un número menor de cultivos, justamente los que tienen mayor demanda o mejores precios. Los cultivos secundarios están desapareciendo.
3. Alimentos en cantidad:
Vivimos en un planeta con recursos limitados. La cantidad de tierra disponible para cultivar no es infinita, aunque el sistema productivo tradicional tenga el enfoque de que sí lo es. Ya desde ahora hay que aumentar la cantidad de alimentos producidos sin utilizar más tierra. Nos estamos acabando los bosques y otros ecosistemas. ¿Qué es lo que hay que hacer?
Aquí es donde entran en escena tipos de agricultura que representan una solución viable a corto plazo: agricultura urbana, si los campos agrícolas están llegando a su límite es momento de tomar las ciudades; agricultura vertical, hacia arriba aún tenemos un margen inmenso de espacio disponible para cultivar; agricultura protegida, para cultivar de forma intensiva, reduciendo espacios y minimizando tiempos.
Explicación:
Soluciones...
Las soluciones para adaptarnos y superar estas nuevas circunstancias pasarán seguro por aplicar:
1. Una economía circular en la que se consiga un uso más eficiente de los recursos; es decir, prolongar la vida útil de los materiales y los productos tanto como sea posible, reduciendo al máximo la generación de residuos.
2. Un sistema de producción agrícola sostenible, adoptando una agricultura de conservación en la que se minimicen las labores de arado y laboreo y se realicen unas correctas rotaciones de cultivos, pero en la que también se utilicen los restos vegetales de las cosechas como medio natural de protección y fertilización de los suelos.
3. Transformaciones y modernizaciones de regadío.
Es bien sabido que al transformar una hectárea de secano a regadío se consiguen aumentos de producción y rendimiento. Al modernizar los sistemas de riego tradicional (inundación), por otros como la aspersión o el goteo, se logran incrementos muy significativos de eficiencias de riego. Pero todavía queda una tarea pendiente: realizar una correcta gestión del riego. Para conseguirlo es necesario optimizar las infraestructuras y canalizaciones, tanto desde el embalse a la finca como en la propia explotación, con el fin de potenciar la eficiencia en el uso del agua. Actualmente, la pérdida de agua, desde que sale del embalse hasta que llega a la finca, es de en torno a un 50-60 %.
Espero te sirva...