cómo la estructura ósea condiciona a la flexibilidad
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Explicación:
Entendemos por flexibilidad la capacidad que tienen las articulaciones para realizar
movimientos con la mayor amplitud posible. Hemos de tener en cuenta que la flexibilidad
no genera movimiento, sino que lo posibilita.
La amplitud estructural puede verse alterada o limitada por diversos factores: por
factores internos, como la elasticidad muscular, la estructura ósea, el tipo de articulación
o la masa muscular, y por factores externos como el sexo, la edad, el sedentarismo o
incluso la hora del día.
Existen dos componentes de la flexibilidad estática y la flexibilidad dinámica.
Las capacidades físicas, a nivel general, evolucionan positivamente hasta una determinada
edad. Sin embargo, la flexibilidad, por el contrario, involuciona de manera rápida desde
muy temprana edad.
Toda persona activa tiene por objeto el desarrollo de la flexibilidad, aunque sea, en cierta
medida, para el óptimo desarrollo de la actividad física. Pero, no sólo es necesario el
trabajo de la flexibilidad en las personas que quieran rendir físicamente, sino que se hace
necesario, también, en cualquier persona que quiera conservar su integridad física a largo
plazo.
Debido a la involución que sufre esta capacidad, el paso del tiempo influye de manera
negativa en ella. Hasta los 10 años nuestro nivel de flexibilidad es bastante alto. Desde
aquí y hasta la pubertad, el desarrollo muscular y óseo limitan su evolución. A partir de los
20 años de edad, aproximadamente, esta capacidad se verá mermada en un 75% de su
totalidad, si no ha sido trabajada, y a partir de los 30 años de edad, su pérdida se ve
incrementada por otros factores como son la paulatina deshidratación de los tejidos
conjuntivos y el gradual aumento de la grasa corporal.
Al igual que el trabajo paulatino de esta capacidad va a contribuir a un óptimo desarrollo
de nuestra condición física, llevado al extremo puede cursar con importantes
inconvenientes para nuestra salud, ya que estaremos favoreciendo la aparición de
deformaciones óseas, así como la tendencia a sufrir luxaciones y esguinces.
Para el trabajo de la flexibilidad, se recomienda realizar ejercicios genéricos para pasar
posteriormente a los específicos de la actividad física. Hemos de recordar aquí que la
ejecución de un estiramiento apropiado tiene muchos beneficios en el aumento de la
flexibilidad, mejora el desempeño de la tarea y disminuye de cualidades motoras.
Debemos recordar que la flexibilidad trabajada de manera correcta disminuye
Daniel, Maycol, Santiago y Naybet – 6º C
considerablemente el riesgo de lesiones, aumenta la amplitudes de recorrido articular,
alivia los dolores musculares y el estrés diario. Además, actúa de forma óptima sobre el
trabajo de la velocidad y de la fuerza, nos ayuda a recuperar más rápido tras el esfuerzo,
promueve la relajación y equilibra el tono muscular de las distintas zonas del cuerpo para
evitar desequilibrios físicos, como los causantes de la escoliosis, la lordosis, los dolores
cervicales, etc.
Introducción.
Todos realizamos de forma cotidiana movimientos tales como agacharse, girar, estirarse…
que requieren que nuestras articulaciones, ligamentos, tendones y músculos sean flexibles
para poder moverse con desenvoltura. La flexibilidad es una de las actividades físicas que
más beneficios aporta a la salud, pudiendo considerarse básica para mantener una
condición física adecuada y para conseguir una vida más activa y saludable.
En el ámbito de rendimiento físico. Son muchas las actividades que por las características
de sus gestos técnicos exigen una gran amplitud de movimientos, como, por ejemplo, la
gimnasia rítmica, el salto de trampolín o el judo. Resulta fundamental para el rendimiento
físico y, en algunos casos, la falta de flexibilidad llega a dificultar el aprendizaje de los
movimientos, y da lugar a gestos de actividades físicas que incluyen errores y vicios.
Pese a todo lo anterior, en ocasiones, cuando se habla de capacidades físicas básicas, la
bibliografía sobre el tema se refiere a la fuerza, a la resistencia y a la velocidad, y deja
de lado la flexibilidad. El motivo de esta marginación es que, a diferencia de las
anteriores, la flexibilidad no genera movimiento sino que lo posibilita, y por ello no causa
una mejoría en ninguno de los sistemas orgánicos en los que sí tienen un efecto directo el
trabajo de las tres primeras capacidades físicas mencionadas.
En la actualidad, el papel de la flexibilidad ha ido adquiriendo gran importancia, la
consideraremos como una capacidad física básica porque es un elemento que influye sobre
el resto de capacidades físicas.