¿Como influyen los estereotipos y los roles tradicionlaes de género en la forma como se ejercen los derechos sexuales y reproductivos?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Explicación:
Los estereotipos son imágenes, exageradas y simplistas, que se tienen sobre una persona o sobre un grupo de personas.
Los roles de género, al establecer qué es propio de un hombre y qué de una mujer, legitiman la creación de estereotipos que asignan a todos los hombres ciertos valores y capacidades (fuerza, autonomía, decisión, objetividad, iniciativa, etc.) acordes con las funciones productivas, mientras que a todas las mujeres se les asigna otros diferentes asociados a las tareas reproductivas y de cuidados (debilidad, dependencia, sensibilidad, sumisión, obediencia, etc.).
Es preciso desmontar los estereotipos porque ni los hombres entre sí son idénticos, ni las mujeres entre sí lo son. Tanto las mujeres como los hombres saben que ni todos los hombres son fuertes, autónomos, asertivos, etc., ni todas las mujeres son débiles, dependientes, sumisas, etc., al igual que todas y todos sabemos que cada persona es diferente a las demás personas, que cada ser humano es singular y único.
Los roles de género son cambiantes y por ello, a medida que las culturas y las sociedades cambian, lo que es considerado femenino y masculino también cambia.
En la actualidad, en todas las sociedades vemos que las mujeres ya no se suelen quedar reducidas al hogar, sino que muchas salen al espacio público, tienen empleo (es decir, trabajo remunerado) y participan en las tareas productivas. Esta situación es positiva porque aporta autonomía económica a las mujeres y les permite tomar decisiones cuando se crea una familia. Pero también les provoca una sobrecarga de trabajo, generándoles cansancio y quitándoles tiempo para dedicárselo a las relaciones de pareja y a sí mismas.
Y es que, a pesar de ello, muchos hombres siguen sin participar en las tareas reproductivas y sin asumir sus responsabilidades ni en las tareas domésticas ni en los cuidados a las personas dependientes (menores, mayores y personas enfermas), perdiéndose la posibilidad de desarrollar valores asociados a la afectividad, la empatía y la comprensión que requiere el acto de cuidar. Por ello, desde este espacio apostamos por que los hombres cambien y participen en el espacio doméstico y en los cuidados, ya que es una forma de mejorar sus relaciones consigo mismos, con sus parejas y con sus familias.
Según Naciones Unidas, si los hombres participaran en las tareas de los cuidados, habría menos guerras.
Estereotipos de género y sexualidad
Los estereotipos de género también afectan a la sexualidad de los hombres y de las mujeres.
Así, por ejemplo, practicar sexo se ve “normal” en los hombres y se considera tabú para las mujeres, que tienen que ocultar su deseo porque está “mal visto” socialmente.
Por otra parte, los temas relacionados con la interrupción del embarazo se considera un problema que atañe sólo a las mujeres. Pero ni lo uno ni lo otro es cierto, ya que las mujeres también tienen derecho a tener una vida sexual plena y saludable, y los hombres participan en los procesos de embarazo. Ninguna mujer puede quedar embarazada si no cuenta con un hombre. Luego poner los medios para evitar un embarazo también es una cuestión que les compete.
Es por ello que tenemos que romper estos estereotipos y reconocer que hombres y mujeres tenemos un cuerpo que siente, que necesita placer y desarrollar una vida sexual sana, en la que los hombres tienen la misma obligación que las mujeres para que no se produzca un embarazo no deseado.
Las mujeres, en particular, tienen que romper los estereotipos que la limitan como sujeto sexual y para desarrollar plenamente su sexualidad.