¿Cómo influenció Evita en América Latina?
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Treinta y cinco años después del estreno de la versión española, el musical Evita vuelve a los escenarios españoles. En esta ocasión con alguna novedad, como la inclusión de la canción You must love me, que se compuso para la película que protagonizó Madonna, y una versión más libre respecto al libreto original, de Tim Rice y Andrew Lloyd Weber.
Partiendo de la base de que se trata de una obra que no pretende ser un reflejo fiel de la realidad histórica, el reestreno es una buena oportunidad para recordar quién fue María Eva Duarte y qué supuso en el peronismo, el movimiento político más importante que tuvo la Argentina en el siglo XX y que, formalmente, tuvo un último período con los Kirchner entre 2003 y 2015.
Evita fue la cara fanática del movimiento que nació el 17 de octubre de 1945. Ella mismo lo admitiría al decir en un discurso ante su marido: “Las mujeres somos pasionistas, mi general. Las mujeres somos fanáticas, mi general. Y el partido peronista, yo confieso honradamente, es fanático. Y, al ser fanático, demuestra que ha abrazado una gran causa. Únicamente las grandes causas tienen fanáticos, si no, no habría santos ni héroes. Y nosotros somos fanáticas de Perón”.
Evita tuvo una muy corta vida política. Conoció al entonces coronel Juan Domingo Perón el 22 de enero de 1944 y murió el 26 de julio de 1952, con 33 años. Antes de su encuentro con Perón era una actriz de segunda línea que intentaba abrirse paso en Buenos Aires, después de llegar desde Los Toldos, una población de la provincia de Buenos Aires. Fueron solo ocho años al lado del hombre que marcó la política argentina durante décadas.
Éste asumió su primera presidencia el 4 de junio de 1946 y Evita moriría de cáncer seis años después, cuando Perón apenas había comenzado su segundo mandato presidencial. En todo ese tiempo no tuvo cargo formal alguno, pero su influencia fue mucho más allá de esa circunstancia. Aspiró a ser vicepresidente cuando se planearon las elecciones de 1951, pero la enfermedad y la oposición de los militares le cerraron el paso. Aún así, su influencia llegó al punto de poner y quitar ministros.
Evita estuvo íntimamente ligada a la creación de la rama femenina del Partido Peronista y fue la impulsora del derecho al voto de las mujeres. Actuó desde su Fundación, que llevó a cabo una masiva, aunque clientelística ayuda social a los descamisados, los cabecitas negras, que fueron el soporte electoral del gobierno. Recibía a cientos de personas cada día, que acudían para pedir algún tipo de ayuda. Ella les ofrecía desde dinero en metálico, que cada día le proporcionaba el titular del Banco Central, Miguel Miranda, hasta máquinas de coser.