como hacer un reporte de lectura de un texto
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Respuesta:
Pasos para elaborar un reporte de lectura
Los pasos para elaborar un reporte de lectura pueden resumirse en:
Leer el libro en su totalidad, idealmente marcando o anotando en un cuaderno las partes que más nos gustaron o que más nos llamaron la atención.
Repasar lo anotado del libro, y pensar en por qué nos gustó eso que anotamos o qué cosas nos llamaron la atención de ello. También es útil pensar en qué otros libros nos recuerdan, qué pensamientos nos inspiró o si tiene algún tipo de vínculo con lo que sabemos de la vida del autor.
En caso de que no lo hayamos hecho ya, siempre es útil investigar un poco: ¿ganó premios el libro? ¿en qué época apareció? ¿cómo fue la vida de su autor? ¿qué suele decirse de la obra?
Finalmente, deberemos organizar nuestras ideas en un texto coherente, yendo de lo más general a lo más específico. Para ello, es posible elegir un único tema de los que aparecieron en las etapas anteriores, o bien podemos hacer un recorrido por las partes que más nos gustaron de la obra, explicando por qué, o incluso podemos decir lo que no nos pareció tan bueno, y por qué. Es fundamental argumentar ese tipo de opiniones.
Los reportes de lectura no suelen tener ni introducción ni conclusiones, o al menos no formalmente, pero bien podemos destinar un párrafo inicial a introducir la obra (quién la escribió, cuándo, en qué contexto) y un párrafo final a ofrecer una conclusión (nuestra opinión de la obra, por ejemplo).
Cómo hacer un reporte de lectura de El principito
A modo de ejemplo, repasaremos cómo podría hacerse un reporte de lectura de la novela breve El principito (1943) del autor francés y también aviador Antoine de Saint-Exupéry (1900-1944), guiándonos por los pasos detallados anteriormente.
El primer paso indispensable sería leer El principito. Es una novela breve, y suele estar acompañada de hermosas ilustraciones del autor, así que no es difícil tomar algunos apuntes mientras la leemos, así sea para marcar los capítulos que más nos entusiasmaron, o al menos preguntarnos qué personajes son los que más nos gustaron. Supongamos que en este caso elegimos hablar del zorro.
El zorro aparece en varios de los capítulos de la parte final de El principito, cuando justamente el pequeño príncipe pisa la Tierra. Así que podemos preguntarnos: ¿Qué fue lo que más nos interesó de ese episodio? ¿Cuáles de las frases dichas por el zorro, por ejemplo, nos gustaron más? ¿A qué otro episodio del libro nos recordó la llegada del zorro, ya sea por semejanza o por diferencia? ¿Notamos alguna característica especial en la forma de escribir este episodio? ¿Y el resto del libro?
Una vez tomadas las notas e incluso las citas textuales del episodio del zorro y de cualquier otro que nos interese, podremos comenzar a organizar nuestras ideas. Siempre es buena idea un primer párrafo de introducción, contando de la interesante vida de Saint-Exupéry y cuándo escribió su obra, sobre todo si lo dicho tiene alguna relación con el tema del zorro, que será nuestro tema central del informe.
Una vez escrito el párrafo introductorio, buscaremos la forma de ir directo a hablar del episodio del zorro. ¿Cómo hacerlo? Podemos enumerar los personajes que aparecen para luego decir que el zorro nos resultó el más interesante y por qué, o bien podemos ir directo al grano y explicar que, de todo el libro, los episodios del zorro nos parecieron los más hermosos, o los más importantes filosóficamente, o quizá los más difíciles de entender. Lo importante es que, digamos lo que digamos, expliquemos siempre por qué, y si es posible demos ejemplos de ello (allí usaremos las citas textuales).
Finalmente, tras hablar del libro en general y del episodio del zorro en particular, podremos elaborar el párrafo de cierre o conclusiones, donde retomaremos un poco lo dicho y redondearemos nuestra lectura de El principito. Aquí diremos lo que la obra nos pareció en general, diremos con qué otras obras lo emparentamos o bien qué cosa aprendimos luego de su lectura, o incluso luego de averiguar sobre el autor y vernos en la obligación de pensar las conexiones entre su vida y la novela. Todo es válido, siempre que podamos explicarle al lector nuestras sensaciones y que procedamos un paso a la vez, de manera coherente y cohesionada.
Explicación:
con su ejemplo