¿Cómo hacer para que la protesta social no vulnere el derecho de aquellos
que no hacen parte de estas protestas?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
Recientemente la humanidad ha fungido como testigo de las acciones ocurridas en
diferentes regiones del planeta, donde miles y hasta millones de individuos se han volcado
a las calles para levantar su voz de protesta en contra del orden social y político establecido,
así como para exigir que se cumplan las promesas realizadas en elecciones por el candidato
ganador y demandar que los derechos civiles, sociales, económicos, políticos y culturales se
conviertan en realidad. Algunos ejemplos de manifestaciones que han trascendido en la
historia son: la primavera árabe, el movimiento antiglobalización, la séptima papeleta, la
marcha del hambre y actualmente los afamados chalecos amarillos en Francia. Lo anterior,
ha sido un verdadero llamado de atención a los gobernantes, ya que el pueblo no se satisface
con que sólo se le garantice el libre ejercicio del derecho al sufragio, por ello su
inconformidad es expresada, pese a la fuerza represiva que pueda enfrentar. Los ciudadanos
son cada vez más conscientes de sus derechos, por lo que reclaman un continuo diálogo con
sus autoridades electas, además de la garantía de la real participación ciudadana en los
asuntos públicos (Organización de las Naciones Unidas, 2014).
El derecho a la protesta ha sido el pilar fundamental de grandes cambios en el mundo,
es una de la herramientas más utilizadas y eficaces por la humanidad para expresar su
inconformismo ante los gobiernos y así reclamar sus derechos civiles, sociales, económicos,
políticos y culturales (Organización de las Naciones Unidas, 2014).
El Estado para defenderse justifica y asimila la protesta con violencia, a fin de
desvalorizar, silenciar, descalificar e invisibilizar las protestas, aduciendo el uso de la
represión como medio de contención y supresión. Esta violencia se materializa a través de
Explicación: