¿cómo ha influido la corriente liberal en la conformacion de bolivia en el siglo XIX?
Respuestas a la pregunta
Respuesta:
La etapa de gobierno de los partidos conservadores bolivianos -Constitucional, Demócrata y Conservador- cubre el período histórico que va desde la retirada de Bolivia de la Guerra del Pacífico (1880), que enfrentó a la alianza peruana-boliviana contra Chile, hasta el estallido de la Guerra Federal de 1899 entre conservadores y liberales bolivianos. Este período de entre-guerras encierra la génesis de la implantación del régimen de partidos políticos en Bolivia. Una vez que quedó establecida una tregua en 1880 entre Chile y Bolivia, sin que ello significase que Bolivia se retirara de la contienda y rompiese su alianza con Perú, se plantearon dos posiciones fundamentales acerca de la resolución del conflicto: la continuación de la guerra o la paz. Estas posturas conformaron el primer sustrato ideológico de los partidos políticos bolivianos, posibilitando una definición de las distintas fracciones de la élite1 en virtud de la nueva remodelación política y al papel que se le destinaba al Estado. La diferencia partidaria inicial no se refería tanto al interés de discutir el destino nacional de Bolivia, como a remodelar las relaciones intra-élites a partir del enfrentamiento entre los detentadores del poder y los desplazados y aspirantes al mismo, que se resumió en la rivalidad conservadores-liberales. De modo esquemático, quienes defendían la renovación de la guerra no sólo eran militares y grupos con intereses comerciales con el sur peruano, sino también clanes familiares de origen regional heterogéneo que competían por sustituir a la oligarquía del sur en sus privilegios; mientras que los defensores de la paz fueron los grupos de mineros-terratenientes-comerciantes importadores y exportadores vinculados a la economía chilena. Los primeros, el grupo antichileno y antipacifista, conocido más tarde como liberal, se alineó tras el coronel Eliodoro Camacho, jefe de la revuelta contra el general Daza. Los segundos se agruparon, bajo el término general de conservadores, en torno a las figuras de Aniceto Arce y Gregorio Pacheco, principales poseedores de las minas de plata, y de Mariano Baptista, abogado de varias compañías mineras y accionista de las mismas. No se trataba de una división estrictamente regional que pudiese traducirse sin matices en la lucha de conservadores contra liberales. Se combinaban contradictoriamente sectores provenientes del proceso de modernización, iniciado después de la guerra, con otros fruto de las formas caudillistas de dominación. Era una pugna entre los sectores dueños de los medios de producción que veían en el régimen partidario un mecanismo para la toma del poder político y una garantía de su legitimidad como grupo dominante, y aquellos otros a los que la inestabilidad del régimen caudillista había dado esperanzas de ascenso y de remodelación social. Se iniciaba, así, un enfrentamiento entre los poseedores del poder y los que aspiraban a él dentro de la élite, que quedó regulado a través de los partidos políticos.
Explicación:
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